Los residentes del sur de Florida no alcanzaron a disfrutar la reapertura de restaurantes y algunas playas tras dos meses de cuarentena por la pandemia: tres días seguidos de lluvias dejaban el martes severas inundaciones en Miami y otras ciudades costeras afectadas por el aumento del nivel del mar.
Los residentes del sur de este estado estadounidense han recibido desde el domingo avisos de tormentas severas, tornados e inundaciones repentinas mientras las calles se convertían en ríos y la electricidad fluctuaba.
En las redes sociales circulan imágenes de coches a los que el agua les llegaba hasta las ventanillas, personas navegando en kayak por las calles de Miami y algunos incluso surfeando, tirados de una cuerda atada a un coche todoterreno.
«Esto es épico. Nunca vi tanta lluvia caer tres días consecutivos en los ocho años que llevo viviendo aquí. Van 10.58 pulgadas (27 cm) y sigue subiendo. Superará los 30 cm fácilmente», escribió en Twitter Brian McNoldy, climatólogo de la Universidad de Miami.
Hasta el martes por la noche, no había reportes de daños.
La lluvia arruinó el fin de semana largo por el «Memorial Day», que se celebró el lunes, y evitó que se formaran aglomeraciones en los recientemente reabiertos restaurantes y en las playas del condado de Broward, al norte de Miami, que abrieron este martes.
El clima pone en riesgo además el esperado lanzamiento el miércoles, desde el centro del estado, de un cohete con dos astronautas a bordo, en la misión más peligrosa y de alto nivel jamás confiada a una empresa privada por la NASA.
En tanto, en el noreste de Florida, otra perturbación que está produciendo tormentas tiene 30% de posibilidades de convertirse en un ciclón tropical, según el Centro Nacional de Huracanes.
La temporada de huracanes oficialmente comienza el 1 de junio, pero este año se adelantó con la tormenta tropical Arthur, que se formó hace dos semanas en el Atlántico y pasó frente a las costas de Florida y las Carolinas.