¿Cómo reconstruir en un terreno que ha quedado arrasado? La terrible debacle ante el Bayern de Múnich por 8-2 el viernes en cuartos de final de la Liga de Campeones obliga al FC Barcelona a afrontar «cambios profundos». Entrenador, directivos, jugadores e incluso Leo Messi: todo el club está cuestionado en estos momentos.
El fin de una era. La del gran Barça que brilló en España y en el continente europeo durante una década. También es, sin duda, el fin de la breve estancia de ocho meses de Quique Setién al frente del banquillo azulgrana.
Pero la peor derrota de la historia del Barça en un partido europeo significa mucho más que eso.
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«El club necesita cambios»
«Es muy duro, espero que esto sirva de algo, tenemos que reflexionar y decidir qué es lo mejor para el Barça. El club necesita cambios y no hablo del entrenador, de los jugadores, no quiero señalar a nadie. El club necesita cambios estructurales, de todo tipo», declaró el defensa ‘blaugrana’ Gerard Piqué el viernes tras el pitido final a la televisión española Movistar+.
«Hemos tocado fondo. Los entrenadores y los jugadores se suceden pero hace varios años que no somos capaces de ser competitivos en Europa. Es algo inaceptable para el Barcelona», añadió el capitán culé, que incluso se ofreció a abandonar el club «el primero» si «tiene que venir sangre nueva y cambiar la dinámica».
¿Por dónde comenzar? Luego de este «partido horrible» en palabras de Piqué, que sirvió para cerrar la primera temporada desde 2008 en la que el Barça no levanta un título, símbolo del declive del imperio español (ningún representante en semifinales de la ‘Champions’ por primera vez desde 2007), ¿cómo volver a empezar de cero?
Después de pedir disculpas a los aficionados azulgrana, el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, también en el punto de mira y que podría anunciar elecciones anticipadas en los próximos días de acuerdo a la prensa catalana, tomó la palabra para dirigirse a los «barcelonistas» el viernes por la noche.
Bartomeu dijo que «se anunciarán y explicarán decisiones en los próximos días, algunas de ellas ya estaban tomadas, antes incluso de la ‘Champions'».
La reconstrucción llevará tiempo
El entrenador Quique Setién ya está «condenado», según el periódico deportivo catalán Mundo Deportivo este sábado. Contratado en enero para que el Barça recuperara su ADN, a la deriva después de casi tres años bajo la dirección de Ernesto Valverde, Setién, sin capacidad de reacción y visiblemente perdido en un equipo que le quedaba demasiado grande, no logró insuflar energía al club catalán en sus ocho meses en el cargo.
La leyenda Xavi Hernández, actual entrenador del Al Sadd catarí, y el argentino Mauricio Pochettino, exentrenador del Tottenham y exjugador y técnico del Espanyol, vecino y rival de los azulgrana, suenan para asumir la reconstrucción, según la prensa española.
Pero Piqué ya lo señaló: no todos los males del Barça se pueden achacar a un técnico llamado al rescate hace apenas ocho meses. Las raíces del problema son más profundas.
La edad media del once ‘blaugrana’ alineado el viernes por la noche es de casi 30 años, el once más viejo dispuesto por los culés en la historia de la Liga de Campeones.
Y Messi, ¿debe renunciar a renovar su contrato para evitar devorar al club que le alimentó desde la adolescencia? El argentino, seis veces ganador del Balón de Oro -la última vez en diciembre-, ya no es capaz a sus 33 años de cargar en solitario con las ambiciones del Barça.
El astro argentino no hizo ninguna declaración el viernes por la noche tras la derrota. Pero desde febrero no ha dejado de repetir que el Barça no era «lo bastante bueno». Los últimos fichajes astronómicos, Antoine Griezmann (120 millones de euros), Philippe Coutinho (145 millones de euros) y Ousmane Dembélé (138 millones de euros), no han dado el rendimiento esperado.
¿Es la revolución la única solución? El futuro podría pasar por sus jóvenes estrellas emergentes, como Frenkie de Jong, Riqui Puig y sobre todo la perla Ansu Fati. Pero el gran Barça de los años 2010 ha desaparecido y la reconstrucción llevará tiempo.