El huracán María dejó una devastación «extensa» cuando atravesó Puerto Rico este miércoles, donde se reportan hasta ahora un muerto y la caída total de la energía eléctrica, luego de que el ciclón arrasara las Islas Vírgenes y las Antillas matando a otras nueve personas.
Un hombre falleció en Bayamón, en el noreste de la isla, confirmó a la AFP Yennifer Álvarez, portavoz de la casa de gobierno. El tablón que había clavado para tapiar la ventana se desprendió y lo golpeó de muerte.
Apenas pasado el huracán, las agencias de gestión de emergencias comenzaban a evaluar los daños.
«Todavía no tenemos mucha información. Estamos totalmente desconectados en términos de telecomunicaciones con el sureste de la isla», dijo el gobernador, Ricardo Rosselló, a CNN.
Detalló que «el daño es muy extenso (…) Hay muchas inundaciones, mucho daño a las infraestructuras, el sistema de telecomunicaciones está parcialmente caído, la infraestructura de energía está completamente caída».
Las imágenes muestran calles inundadas, algunas de ellas con automóviles flotando a la deriva, y los residentes que llamaban a las radios locales durante la tormenta describían desastres desde todos los rincones de la isla.
María entró en la mañana del lunes al sur de Puerto Rico como un huracán categoría 4 y vientos de 250 Km/hora y, a primera hora de la tarde, emergió por la costa norte rebajado a categoría 3 (185 Km/hora), según los boletines del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
Rosselló alertó que la amenaza de inundaciones y derrumbes persiste y declaró un toque de queda en toda la isla de 18H00 a 06H00 locales hasta el sábado.
Al caer la noche, hubo reportes de saqueos a supermercados y la gobernación informó de 10 arrestos.
«Vamos a encontrar a nuestra isla destruida», dijo Abner Gómez, director de la agencia estatal de gestión de desastres (AEMEAD), en una conferencia de prensa en la tarde. «Es un un sistema que ha destruido todo lo que ha tenido a su paso».
El servicio eléctrico ya había demostrado fragilidades con el paso del huracán Irma hace dos semanas.
Cuando llegó María, unos 50.000 abonados aún estaban sin electricidad y unas 200 personas seguían viviendo en refugios por el embate de Irma.
Pero esta vez la barrida fue completa: «El 100% (de la isla) debe estar sin servicios de energía eléctrica», dijo Gómez.
Durante el paso de Irma, Imy Rigau estaba guarecida en un pasillo de su apartamento en San Juan, inundado con 30 cm de agua de lluvia porque se levantó el techo de su vecina de arriba.
«El agua bajó por la escalera como si fuera una cascada y toda esa agua se metió dentro de la casa», contó, llorando, la administradora de 53 años. «Estamos encerrados en el pasillo».
– Devastación absoluta –
El gobernador Rosselló también anunció que había pedido al presidente Donald Trump que declare a Puerto Rico, un territorio estadounidense, zona de desastre.
La declaración de emergencia pone un límite de 5 millones de dólares a la ayuda federal, mientras la declaración de desastre carece de límite.
«Nuestra vida como la conocíamos cambió», dijo entre lágrimas la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruza, a un grupo de periodistas en un refugio en San Juan.
«La devastación está tocando los cuatro puntos cardinales», añadió.
En este refugio -el Coliseo Roberto Clemente- los residentes tuvieron que desalojar el área de las canchas cuando el techo comenzó a mecerse por los vientos, y fueron transferidos a pisos superiores.
«Un guardia me dijo ‘lo que pasa es que el techo está por colapsar’ y cuando miro arriba, el techo se estaba meneando como si fuera una hoja de papel. Le dije ‘¿pero ese techo es de cartón?’ y me dijeron ‘no, es de cemento'», contó a la AFP Suzette Vega, de 49 años.
Rosselló había advertido el martes a los residentes que se prepararan para «la peor» tormenta del último siglo. En 1928, el huracán Okeechobee, también llamado «San Felipe II», azotó como categoría 5 y mató a 300 personas en la isla.
«Puerto Rico está siendo duramente golpeado por un nuevo monstruoso huracán», tuiteó en la mañana el presidente Trump.
– «Violento e intenso» –
Tras su paso por las Antillas Menores, el huracán dejó dos muertos en Guadalupe y una catástrofe aún por evaluar en Dominica, donde por ahora se reportan siete fallecidos.
Un asesor gubernamental que habló por teléfono satelital con el primer ministro dominiqués Roosevelt Skerrit pintó un panorama devastador para la isla de unos 73.000 habitantes.
«Es difícil determinar la cantidad de fallecidos, pero hasta ahora hay siete confirmados como causa directa del huracán», dijo el asesor Hartley Henry en un comunicado.
Reportes enviados desde comunidades rurales daban cuenta de una «total destrucción de hogares, vías y cultivos», añadió.
«El país está en un estado de aturdimiento. No hay electricidad, no hay agua corriente (…) no hay servicio telefónico de línea ni celular, y esto seguirá así por un tiempo», añadió.
Mientras, en las Islas Vírgenes estadounidenses, los residentes contaron a la AFP que habían visto volar árboles arrancados por el viento y que llovía horizontalmente.
Por su parte, el gobierno de República Dominicana declaró alerta máxima y suspendió la jornada laboral del jueves, tanto en el sector público como en el privado, como medida de prevención por el paso de María, cuyos efectos comenzarán a sentirse con mayor fuerza en el país en la madrugada.