La magistrada presidenta de la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala, Gloria Porras, aseguró hoy que su organismo «no va a favorecer en ningún momento ningún acto de impunidad», en alusión a la implicación del magistrado suplente de la CC, Héctor Trujillo, en el «FIFAgate».
«(La Corte) no va a retrasar la Justicia de ninguna persona aún cuando esta sea un magistrado de la CC. Lo único que las cosas tienen un orden y hay que hacer las cosas correctamente», afirmó Porras en declaraciones a los periodistas.
La CC solicitó el pasado lunes a la Cancillería que requiera a Estados Unidos información sobre la situación legal del magistrado suplente del ente detenido en ese país, Héctor Trujillo, acusado de participar en un caso de corrupción en la FIFA.
«Esperamos que llegue en cualquier momento», afirmó Porras, quien garantizó que la CC podrá seguir ejerciendo su labor sin injerencias pues «no existe ningún riesgo» de que Trujillo «integre ninguna decisión de la Corte».
No obstante, Porras insistió en que el organismo debe «respetar la Constitución» y no puede tomar una decisión sobre la destitución de Trujillo, quien fue nombrado como magistrado suplente durante el Gobierno de Álvaro Colom (2008-2012).
En este mismo sentido, agregó que el ente que preside no adoptará ninguna postura en base a «información de los medios de comunicación, aún cuando he visto que los señalamientos son muy serios y la información es muy completa».
«La Corte» debe «tener un documento de carácter oficial para poder tomar una decisión», agregó.
La magistrada presidente señaló que la situación de Trujillo es todavía un «señalamiento», aunque reconoció que «afecta a la imagen» del órgano judicial.
«Cada uno es responsable individualmente de sus actos», manifestó sobre este asunto.
Trujillo, quien hasta el pasado viernes era secretario general de la federación nacional de fútbol, está acusado por Estados Unidos de dispensar «justicia, mientras solicitaba sobornos y vendía su influencia dentro de la FIFA», máximo órgano de dirección del fútbol mundial.
Por este mismo caso, también está acusado el presidente electo de la Federación Nacional de Fútbol, Brayan Jiménez, prófugo de la Justicia desde el pasado viernes.
Jiménez, reelegido en 2013 hasta el año 2017, está acusado, según la orden de captura en su contra, de los delitos de criminalidad organizada y lavado de dinero, por su supuesta participación en un nuevo caso de corrupción dentro de la FIFA.
La federación de fútbol guatemalteca, que el pasado viernes decidió suspender temporalmente de sus funciones a Trujillo y Jiménez, ratificó este lunes su postura, que estará vigente hasta que se convoque una asamblea general extraordinaria, el próximo 22 de diciembre, y se adopte la decisión definitiva.
Según el informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, en marzo de 2010, Jiménez, en su cargo de presidente de la federación, aceptó junto a Trujillo, secretario general, y Salguero, uno de los tres representantes de la Concacaf en el comité Ejecutivo de la FIFA, un soborno «de seis dígitos» por los contratos de televisión de los partidos de calificación para el Mundial de 2018.
En febrero de 2014, Jiménez y Trujillo negociaron con la misma empresa, Media World, un nuevo acuerdo por los derechos de televisión para la clasificación al mundial de Qatar 2022, por el cual ambos mandatarios recibirían un pago de 200.000 dólares.
Jiménez percibiría, según la investigación del Departamento de Justicia, otros 200.000 dólares adicionales.
En Guatemala también está involucrado el expresidente de la federación nacional guatemalteca Rafael Salguero, que por el momento no se ha pronunciado sobre las acusaciones en su contra y del que tampoco las autoridades han dado ninguna información. EFE