A pesar de su fracaso al frente del Mónaco, Thierry Henry sigue convencido de que tendrá una exitosa carrera como entrenador, pero sólo «como número uno», afirmó el exjugador del Barcelona en una entrevista al periódico Daily Telegraph.
«Tratadme de loco si queréis pero me encanta el fútbol y creo que puedo ser un entrenador exitoso», declaró Henry, de 42 años, siete meses después de haber tomado las riendas del Mónaco, donde fue despedido 100 días después de su llegada.
Algo que el campeón del mundo en 1998 evitó calificar de «fracaso».
Henry confesó que su teléfono recibió «cinco llamadas. Algunas no correspondían a lo que buscaba y otras para ser segundo entrenador».
«No seré el número 2 porque quiero ser el número 1», afirmó Henry, que fue adjunto del seleccionador de Bélgica, el español Roberto Martínez, en el Mundial-2018.
Henry, quien ha mantenido contactos tras su despido con técnicos de atletismo y de baloncesto para ganar experiencia en el marco de deportistas de alto nivel, está convencido de poder tener un futuro exitoso.
«He visto a algunos de mis antiguos entrenadores y me dijeron: ‘ahora ya eres entrenador porque acabas de ser despedido'», ironizó.