El terremoto que sacudió a Filipinas el domingo ya deja 3 muertos y sigue la búsqueda de desaparecidos, informaron este lunes las autoridades.
El temblor del domingo agrietó colegios, derrumbó edificios e hirió a docenas de personas pero no afectó en general a grandes ciudades de la isla de Mindanao, en el sur, que todavía trata de recuperarse de una serie de mortíferos sismos en octubre.
Los socorristas sacaron los cuerpos de dos víctimas del edificio que albergaba un mercado que colapsó en la ciudad de Padada.
Un menor también perdió la vida en una ciudad vecina cuando la casa familiar se desmoronó.
«Todavía no podemos determinar cuánta gente está atrapada» en el edificio del mercado, dijo el bombero Fred Trajeras a la prensa.
El edificio destruido estaba cerca del epicentro del sismo de magnitud 6,8 en la misma región que fue sacudida en octubre con sismos de magnitud superior a 6,0.
Estos sismos mataron a más de una veintena de personas y obligaron a decenas de miles de personas a dejar sus hogares para refugiarse en albergues, ya que los daños en viviendas y oficinas fueron cuantiosos.
Filipinas está situada en el «Cinturón de Fuego», un arco de intensa actividad sísmica en las costas que rodean al Pacífico, desde Japón, al sureste asiático y el continente americano.