La Suprema Corte de Justicia de México ordenó al gobierno este miércoles emitir el reglamento que permita el uso de la marihuana para fines medicinales, tras otorgar un amparo a un menor que necesita un tratamiento con derivados de la planta.
El máximo tribunal del país ordenó «que la Secretaría de Salud cumpla con el deber legal de armonizar las disposiciones en el uso terapéutico de la cannabis y sus derivados en un plazo de 180 días hábiles», dijo en un comunicado.
El máximo tribunal explicó que el 20 de junio de 2017 entró en vigor un decreto que regula el uso de la planta para fines médicos, que daba 180 días a la Secretaría de Salud para emitir el reglamento correspondiente.
La dependencia no emitió las reglas y el menor de edad que requiere el medicamento, un aceite con cannabidiol, interpuso un amparo ante las autoridades.
«Con la ausencia de normas que regulen el uso terapéutico de la cannabis se imposibilita al quejoso acceder a un tratamiento con base en esta sustancia», dijo el tribunal.
En respuesta, la secretaría de Salud dijo en un comunicado que «acatará a cabalidad» la sentencia emitida por la Suprema Corte.
Agregó que garantizará el tratamiento para el menor, quien padece epilepsia asociada al Síndrome de West (una enfermedad asociada con espamos y alteración del desarrollo psicomotor en los niños).
La batalla por legalizar el uso de medicamentos y productos derivados del cannabis empezó en 2015, cuando los padres de Grace, una menor mexicana que padece epilepsia, consiguieron que un tribunal autorizara la importación de un medicamento derivado de la marihuana que contribuyó a mejorar su salud.
En 2017, el Congreso mexicano aprobó el uso medicinal de la marihuana, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió la presidencia en diciembre pasado, ha dicho que consideraría la legalización de algunas drogas como parte de su estrategia de seguridad.
Sin embargo, su gobierno revocó una decisión que autorizaba a comercializar 38 productos con derivados del cannabis, como suplementos alimenticios, bebidas y cosméticos, que podrían ser vendidos en farmacias.
El combate militar antidrogas que el gobierno de México lanzó en 2006 desencadenó una ola de violencia que ha dejado más de 250 mil asesinatos y 40 mil desaparecidos, según cifras oficiales que no detallan cuántos casos estarían ligados al crimen organizado.