Lyon, Francia
¿Se mantendrá el impulso? Nunca el fútbol femenino había dado tanto que hablar como en esta Copa del Mundo, pero algunas voces alertan de un posible y brutal regreso a la tierra tras la fiebre desatada en Francia-2019.
Money, money, money
¿Qué necesita el fútbol femenino en los próximos meses? «Money, money, money», contesta la estrella de la selección estadounidense Megan Rapinoe, campeona del mundo y carismática portavoz de su disciplina.
La mejor jugadora del torneo considera muy insuficientes las promesas de la FIFA. Según ella, la dotación (premios) del Mundial femenino ya debería haber sido del doble este año y el cuádruple «la próxima vez». «Es lo que quiero decir cuando se nos pregunta si nos sentimos respetadas», dijo el domingo.
Las 24 selecciones del Mundial-2019 se reparten 30 millones de dólares frente a los 400 millones que compartieron los hombres en la Copa del Mundo-2018. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, prometió duplicar los premios atribuidos en el próximo Mundial-2023 de mujeres.
Tras la final, en el estadio, los aficionados gritaron «equal pay» («pago equitativo») para pedir la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
Patrocinadores y TV
Todo dependerá de la movilización de los patrocinadores y de las cadenas de televisión a largo plazo. En este punto, la Copa del Mundo tuvo un efecto innegable. En Estados Unidos, donde el ‘soccer’ femenino ya brilla más que en otros lugares, la cadena ESPN acaba de anunciar la difusión de 14 partidos del campeonato, hasta las semifinales y la final en el mes de octubre.
En Francia, luego de una sucesión de récords de audiencia en los canales TF1 y Canal+, es el grupo M6 quien se encargará de la difusión de los partidos de la selección francesa luego del Mundial. Habrá que resistir, ya que las ‘Bleues’ no se clasificaron a los Juegos Olímpicos y no tienen grandes citas antes de la Eurocopa-2021.
En el campeonato, la primera división femenina goza de exposición desde hace un año gracias a la difusión de los partidos por Canal+ y sus cadenas. La empresa de productos químicos Arkema aprovechó el Mundial para anunciar que le pondría su nombre a la categoría a partir de la próxima temporada, a razón de 1 millón de euros por año.
La marca Nike ha apostado fuerte en la Copa del Mundo femenino, con muchos escaparates dedicados por completo al torneo. De acuerdo a Mark Parker, el presidente de la firma estadounidense, dos tercios de las selecciones vestían de Nike y la mitad de las jugadoras llevaban sus botas.
Una brecha
En los estadios, muchas jugadoras se encontrarán con pocos espectadores en sus campeonato, especialmente en Francia, donde a veces solo se citan varios cientos de aficionados en los partidos normales.
«Creo que va a ser una verdadera brecha con respecto a lo que ellas han vivido», coincide la exseleccionadora de las ‘Bleues’ Elisabeth Loisel, preguntada por la AFP. «Probablemente hay una reflexión que hacer, las diferencias son demasiado importantes. Los medios entre los equipos que están entre los grandes clubes profesionales (Lyon y PSG) y los demás son enormes».
Luego de la eliminación en cuartos de final, la atacante gala Eugénie Le Sommer ya había pedido «medios» para continuar con la profesionalización y evitar que perdurara este campeonato «a dos velocidades».
La vicepresidenta de la Federación Francesa, Brigitte Henriques, figura clave para llevar el Mundial a Francia, considera por su parte que «ya nada será como antes» de la Copa del Mundo.
«El fútbol femenino es reconocido en todas partes. Habéis visto a la selección argentina ser recibida en el aeropuerto aunque no alcanzó los octavos de final. Estamos realmente muy muy contentos, sabemos que esto borrará las líneas en nuestra sociedad con respecto al lugar de la mujer».
La organización del torneo avisó que el objetivo era dejar un «legado» de 15 millones de euros en Francia para conservar el impulso del Mundial. «Sabemos que alcanzaremos la barrera de 200.000 licenciadas muy, muy pronto (185.000 hoy). A partir de 2020, una jugadora podrá encontrar un club a menos de 15 km de su casa, a menos de media hora», asegura Henriques.