SpaceX cumplió el martes en Texas un vuelo de prueba de menos de un minuto del prototipo del cohete Starship, con el que la firma quiere colonizar Marte.
«Marte está empezando a ser creíble», tuiteó el fundador de SpaceX, Elon Musk, en respuesta a un fan.
El prototipo de Starship es, a este altura, muy rudimentario: un gran cilindro metálico construido en el lapso de unas semanas por los equipos de SpaceX en Boca Chica, en la costa de Texas, y que aún es más pequeño que la futura nave.
Varios prototipos explotaron durante pruebas realizadas en tierra, en un proceso de ensayo y error.
Análisis
Según imágenes transmitidas el martes por varios especialistas en temas espaciales, incluido @NASASpaceflight, el último prototipo del Starship, el SN5, logró despegar del suelo y mantenerse en el aire a cierta altura y luego descender, demostrando un buen control de la trayectoria.
«Una vez que el humo se disipó, quedó majestuosamente suspendido ¡después de volar 150 metros! Felicitaciones, SpaceX», tuiteó Thomas Zurbuchen, principal jerarquía científica de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA).
Se suponía que el prototipo alcanzaría una altitud de 150 metros durante la prueba, pero SpaceX no confirmó ningún detalle del ensayo.
La nave que imagina Musk
En 2019, un prototipo anterior, el Starhopper, más pequeño, voló 150 metros sobre el nivel del mar y regresó a Tierra.
La nave Starship que Elon Musk imagina tendrá 120 metros de altura y deberá poder posarse verticalmente en Marte.
«Iremos a la Luna, tendremos una base en Marte, enviaremos personas a Marte y crearemos vida multiplanetaria», dijo Musk el domingo, tras recibir a dos astronautas de la NASA que regresaron de la Estación Espacial Internacional a bordo de la cápsula Crew Dragon Endeavour, desarrollada por SpaceX, en lo que constituyó la primera misión tripulada estadounidense desde el fin de la era de los transbordadores espaciales, hace una década.