Tras doce semanas cerradas por la pandemia de coronavirus, la casa de remates Sotheby’s reabrió el lunes sus salas de exposición en Londres para una excepcional venta enteramente dedicada a Pablo Picasso y nacida como consecuencia del confinamiento.
Cerrada desde el 23 de marzo, como el resto de comercios «no esenciales» que el lunes volvieron a la actividad en el Reino Unido, la pesada puerta de madera dio entrada a unos pocos incondicionales deseosos de volver a pisar los salones donde pueden admirarse las obras de las próximas cinco subastas.
La primera de ellas, abierta en línea hasta el jueves, es «El mundo de Picasso». Una venta «inusual» por reunir obras de un único artista con orígenes variados, dice a la AFP Helena Newman, presidenta de Sotheby’s Europa.
La idea, una primicia para esta firma fundada en 1744, nació a finales de marzo debido al confinamiento, explica.
AFP / Niklas HALLE’NUn empleado de la casa de remates Sotheby’s acomoda los objetos de arte durante la reapertura, el 15 de junio de 2020 en Londres
«Debido al aplazamiento de los principales remates por la covid-19 buscamos maneras de reunir varias ventas que funcionasen en línea», recuerda, mientras saluda a los visitantes que van entrando con mascarilla.
Unas 60 obras proceden de la nieta del artista, Marina Picasso, con quien la casa de subastas tiene costumbre de trabajar. Otras 140, de coleccionistas diversos.
Van desde «Le voyeur» (1933), un dibujo en tinta con pluma y pincel estimado entre 400,000 y 600,000 libras (500,000 a 750,000 dólares), hasta una icónica fotografía tomada por Robert Doisneau en 1952 de Picasso sentado a una mesa sobre la cual unas barritas de pan simulan los dedos del artista.
AFP / Niklas HALLE’N Los visitantes ven obras de arte en la casa de remates Sotheby’s durante su reapertura, el 15 de junio de 2020 en Londres
Incluyen jarrones, acuarelas, una placa de grabado cubierta de tinta y paletas con mezclas de colores utilizados en cuadros famosos.
Demanda «increíblemente fuerte»
Solo un creador tan prolífico como el cubista malagueño puede dar pie a este tipo de subasta excepcional con obras que van de 1900 a 1972, considera Newman.
«En los últimos años hemos visto una demanda increíblemente fuerte de Picasso (…) el artista más globalmente reconocido de nuestro tiempo», justifica Holly Braine, especialista de impresionismo y arte moderno de Sotheby’s.
AFP / Niklas HALLE’N Los visitantes toman fotografías a las obras de arte en la casa de remates Sotheby’s durante la reapertura, el 15 de junio de 2020 en Londres
La venta se realizará enteramente en línea, como ha ocurrido durante los tres meses de confinamiento en que las subastas programadas se reconvirtieron al 100% digital.
Debido a la pandemia, las casas de subastas aceleraron el desarrollo de sus herramientas digitales: ahora disponen de catálogos interactivos con realidad aumentada, vídeos de las obras, explicaciones en varios idiomas, vínculos a webs de museos.
Las subastas en línea son «una parte muy importante del futuro (…) porque vemos que nos permite llegar a una audiencia más amplia», asegura Newman.
En los últimos tres meses, Sotheby’s vendió en línea obras por más de 140 millones de dólares en casi 100 subastas en todo el mundo, vio incrementados sus compradores en 34% y una puja digital alcanzó el récord de 3.4 millones de libras (4.2 millones de dólares).
Sin embargo, sigue queriendo que las obras estén al alcance del público.
«Queremos ofrecer todo el espectro de experiencias, para realzar lo que hacemos en línea», asegura.
Volver «cada día»
El primer día los visitantes son escasos, pero previendo una mayor afluencia los conserjes de la entrada disponen de mascarillas y desinfectante de uso obligatorio. Unas flechas proyectadas en el suelo marcan el sentido de la visita y la salida se hace por una calle aledaña.
Entre los primeros en cruzar la puerta está Waghoub Mahgerefteh, un anticuario iraní de 58 años, que viene a examinar tallas de jade con 700 años de antigüedad.
«Tengo que verificar la calidad y el estado para determinar cuánto pagar», explica mientras las observa con una pequeña lámpara separado por una mampara de plexiglás del asiento del especialista de Sotheby’s.
«Mucha gente no sabe todavía que estas exposiciones se pueden visitar», dice la china Insun Lee, de 40 años, para explicar la escasa afluencia.
Residente en Londres desde hace tres años, estaba deseando volver y, aunque lamenta el uso de guantes que «no son muy convenientes para tocar texturas de cerámica» por ejemplo, asegura disfrutar de los cuadros.
Y sin fecha a la vista para la reapertura de los museos «espero poder volver mañana, y pasado mañana, y cada día», afirmó.