Enfoque
Gonzalo Marroquín Godoy
Cómo vendimos Corporación de Noticias
Desde hace meses se habla de la venta de Corporación de Noticias –empresa propietaria de los diarios Siglo.21 y alDía– la cual, de acuerdo con las investigaciones del MP y CICIG, sustentadas además en declaraciones del colaborador eficaz, Salvador Estuardo González (ECO), pasó a ser controlada por sociedades de cartón que operaban a favor de Roxana Baldetti, luego de adquirir la mayoría de acciones de un grupo de cooperativistas.
Como fui mencionado –lo mismo que mi hermano Luis– por el cooperativista Edín Barrientos, y por el respeto que me merecen quienes me conocen o leen en mis comentarios en la revista Crónica y redes sociales, me parece importante aclarar algunos aspectos y que se conozcan detalles de la parte que corresponde a nosotros, porque nunca tuvimos contacto con los compradores de fachada que han salido a relucir en el caso Cooptación del Estado.
En el año 2009 dos hermanos míos compraron a la sociedad Mocasbo S.A. la totalidad de acciones de Corporación de Noticias. En ese entonces, esta empresa discutía con la SAT, por la por la vía judicial, ajustes fiscales correspondientes a 1998, los cuáles, a juicio de los anteriores propietarios, no tenían sustento.
Al momento de cerrarse la negociación, los vendedores se comprometieron a cubrir cualquier pago de esa contingencia fiscal, si se daba el caso de perder la demanda. Incluso ellos –los representantes de Mocasbo–, se hicieron cargo de los costos de abogados.
Yo renuncio a la dirección de Prensa Libre a principios de 2011 para unirme a mis hermanos. Sin embargo, en 2012 decidimos vender la empresa. Tuvimos una propuesta de un grupo de cooperativistas, algo que nos pareció positivo por ser organizaciones que trabajan a favor del desarrollo y parecían con capacidad financiera suficiente para sacar adelante el proyecto.
El contacto fue Barrientos, quien cerró la negociación en representación de la Asociación para el Desarrollo de las Finanzas Rurales (ASODEFIR), integrada por varias cooperativas y un instituto indígena. Estaba claro que si se perdía el juicio por impuestos, quienes pagarían serían los propietarios originales de Corporación. Es decir, que la venta de acciones no estaba sujeta a ninguna condición, porque no existía riesgo para nosotros ni para los cooperativistas compradores.
El 3 de agosto de 2012 se cerró la compraventa y firma por ASODEFIR, Edin Barrientos; mi hermano Luis y yo lo hicimos en representación de la sociedad nuestra. Luego se inicia un proceso de transición, tomando en cuenta que los compradores no sabían sobre el manejo y administración de medios de prensa. En Septiembre, la SAT notifica a Corporación de Noticias S.A. el requerimiento de pago del impuesto reclamado, más multas e intereses, en vista de que se había agotado la vía judicial.
En noviembre, aun en mi calidad de Presidente de Corporación –estábamos período en transición–, solicito, de acuerdo con la ley y al amparo del artículo 183 de la Constitución, la exoneración de las multas e intereses, que ya sumaban más de ocho millones de quetzales. Dicha exoneración fue autorizada en enero de 2013 por el presidente Otto Pérez Molina. Este trámite no tenía absolutamente nada que ver con la negociación con los cooperativistas. Es decir, que ASODEFIR u otros grupos cooperativos no tuvieron intervención en esta gestión, como tampoco debieron pagar un centavo del impuesto correspondiente, porque los anteriores dueños honraron su palabra y fueron ellos quienes cancelaran lo que la SAT demandaba.
Mi hermano Luis se retiró primero de la operación y en febrero de 2013, cuando ya había quien me sustituyera, lo hice yo. Nosotros entonces, no tuvimos ABSOLUTAMENTE NADA QUE VER, en las negociaciones posteriores que los cooperativistas hicieron con testaferros, como apunta la investigación del MP y CICIG.
Supimos que ASODEFIR entregó acciones a cuatro organizaciones de su grupo, pero eso ya era algo que a nosotros no nos competía, y mucho menos las negociaciones y traspaso de acciones que siguieron. Luego vinieron varios meses de molestas gestiones y hasta presiones para que ellos pagaran adeudos que tenían con nosotros y cancelaran créditos bancarios de Corporación que tenían nuestras firmas de garantía.
Ahora hay quienes intentan crear confusión en torno a estas gestiones. De ninguna manera hubiéramos nosotros vendido Corporación a las sociedades de Baldetti. Una de nuestras preocupaciones fue siempre la de hacer una venta transparente.
Por supuesto que habrá quienes aprovechen la confusión que se ha creado con las declaraciones de Barrientos. Tampoco es cierto que los activos de la compañía fueran los Q130 millones como el cooperativista mencionó ante el juez Gálvez, porque únicamente el edificio y las rotativas tienen valor considerable, suman no más de Q40 millones.
Ahora se intenta desprestigiar a la Fiscal General Thelma Aldana, al comisionado de CICIG Iván Velázquez, y no descarto que me puedan hacer criticas y señalamientos porque en Crónica hemos mantenido una postura favorable al trabajo que estas instituciones realizan en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Si el pago por mantener esa posición independiente es recibir ataques bajos y y arteros, no me importa, seguiré creyendo que Guatemala merece un mejor futuro y defendiendo mis puntos de vista. Por supuesto que espero una ofensiva de los canales de televisión abierta y de otros medios de prensa que se han sumado a la famosa conspiración. Ni antes ni ahora he temido a campañas de ese tipo. Y en todo lo que respecta a la venta que nosotros hicimos a Corporación de Noticias, fue totalmente transparente y legal. (Esta columna se publicó este viernes en elPeriódico. Agradezco al diario y a José Zamora el espacio cedido).