Recientemente salió a la luz Cuarto oscuro, un nuevo poemario de Gustavo Bracamonte, quien tiene en su haber una veintena de libros publicados, lo que lo convierte en uno de los poetas más prolíficos.
Francisco Alejandro Méndez
famendez@cronica.com.gt
Crónica conversó con el poeta Bracamonte, quien además es un comunicador reconocido y quien ha estado al frente de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la USAC. En esta ocasión habla de diferentes temas del quehacer del escritor.
¿Qué es para tu persona la poesía?
Es la manifestación precisa de sentirse vivo, como aludió Luis Cardoza y Aragón, pero también la exquisita ma-nera de dar a conocer la realidad y los sentimientos más íntimos. Sin la poesía, nuestras ciudades serían arma-tostes inclinados a la destrucción.
¿Cómo has combinado la comunicación con la literatura?
La literatura misma es comunicación, de tal manera que me encuentro constantemente comunicándome cuando escribo poesía, cuando discurro, cuando anhelo otro país diferente al que ahora tenemos.
Tras la publicación de varios poemarios, ¿cómo visualizas tu poesía en el medio nacional?
Como una contribución a la cultura y un aporte a la literatura sin considerar que ésta pueda ser un punto de re-ferencia para nuevas generaciones, sencillamente trabajar permanentemente para ser escuchado por la gente que gusta leer poesía.
Contanos ¿cómo fue la gestación de este poemario?
Hastiado por la realidad nacional y el olor a muerte en el mundo empecé a sentirme como ese animal enrarecido de Kafka, en un cuarto oscuro, sin esperanza y silenciado por el ruido de la sangre cayendo de los países, de nuestro país. Entonces, escribí la derrota de lo humano cuando descuartizaron a uno de los jueces en Cobán, las muertes en otros países, nuestra muerte en este país asqueado y nocturno.
¿Qué estás preparando para publicar ahora?
Mientras pasa la noche, escribo los sucesos sociales, los encuentros y desencuentros personales, las manifestaciones en contra de la abundante corrupción y todos los sucesos que suceden. Mientras pasa el dolor, la angustia y podredumbre social, escribo para sobrevivir a la hecatombe, tal vez me salve la poesía de los sátrapas y la congoja.
Tomando en cuenta los sucesos políticos, ¿cuál debe ser el papel del escritor, intelectual?
Registrar los acontecimientos, aportar para que el movimiento popular se fortalezca, brindar sus ideas para una mejor sociedad. Ser de alguna manera una lucecita en el camino hacia la transformación del país. Comprome-terse a cambiar la forma de hacer política. Que la poesía sea el viento que cambie el rumbo de las cosas, el aliciente para el optimismo. Sistematizar la experiencia. Estar al lado de los desposeído.
POESÍA Y PALABA
Gustavo Bracamonte se graduó como maestro de educación primario urbana en el Instituto Nacional para Varones de Oriente (INVO). Ejerció la docencia en Chiquimula, Huehuetenango e Izabal. También es Profesor de Enseñanza Media en Filosofía egresado de la Facultad de Humanidades, Periodista Profesional y licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Con cierre de pensum en la Maestría en Dirección de Medios por la Universidad Panamericana y en la Maestría en Comunicación para el Desarrollo por la USAC y Doctorado en Comunicación por la USAC. Ha fungido como Director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala y ha sido columnista de Nuestro Diario.
RECONOCIMIENTOS
Por su producción literaria ha sido homenajeado por el Ministerio de Cultura y Deportes, por la Municipalidad de Chiquimula, por el Instituto Nacional para Varones de Oriente y por la Escuela primaria de Berlín, Mixco; en junio del 2008 fue declarado valor Cultural de Chiquimula por la municipalidad de la localidad.
PRODUCCIÓN LITERARIA
Poesía: Ensueño de juventud (1975); Nueve poemas (1978); Canto nuevo (1991); Flor Madura (1991); Nicté (1992); Mujer plena (1994); Memorial por la vida (1997); Agua desnuda (1997); Tiempo ordinario (1997); Mari-posa en Negra (1999); Al final del amor (2000); Muy íntimo (con otros poetas) (2004); Amalia (2004); El recurso de la mirada (2006); Mujer de piel blanca (2006); Pájaro del atardecer (2007); Tratado del deseo (2008); Al final del amor