- Los candidatos opositores reciben «notificaciones», los oficialistas ninguna
La situación política en Guatemala es complicada. Primero fueron Edmund Mulet y Roberto Arzú quienes fueron notificados por el TSE por hacer –supuestamente– campaña electoral anticipada, mientras que a los políticos de los partidos que forman parte de la «alianza oficialista» se les permite cualquier actividad.
Esta vez ha sido la excandidata presidencial por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), Thelma Cabrera, quien fue notificada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), por las actividades que lleva a cabo.
La dirigente indígena expuso la denuncia en las redes sociales, exponiendo su punto de vista sobre el trato que ha recibido de parte de las autoridades electorales del país.
“TSE me notifica solo por compartir información, por retuitear, por opinar sobre temas de coyuntura nacional. ¿A qué se debe? He visto personajes haciendo ofrecimientos…”, dijo Cabrera.
Se han visto videos y fotografías de diputados y miembros del oficialismo haciendo campaña electoral abiertamente y no se conoce de ningún llamado de atención del TSe.
Se teme que el oficialismo continúe con la ola de represión de quienes le resultan incómodos por sus posiciones no alineadas. En este momento hay cerca de treinta personas consideradas por el oficialismo como «opositores» perseguidos, en el exilio o encarcelados.
en cambio, circula profusamente un video que muestra que el compañero del presidente Alejandro Giammattei, aspirante a una curul en el próximo Congreso, en un mitin político en el Progreso
MLP: Tienen miedo
Cirilo Pérez, secretario general del MLP, dijo que no es ningún delito hablar sobre las propuestas que se tienen como agrupación política, asegurando que con esto se muestra que tienen miedo.
“El Tribunal mandó una nota diciendo que eso puede ser campaña anticipada, pero ya se respondió con todo lo que ellos pidieron. Nosotros tenemos una propuesta y la propuesta hay que compartirla”, dijo Pérez.
Pérez cuestionó que el TSE no esté realizando esas mismas acciones con otras personas que incluso ya han hecho ofrecimientos políticos.
“Yo creo que ellos tienen miedo, porque al final del Tribunal Suprema Electoral es parte de, y de seguro estarán recibiendo órdenes para que la compañera no siga hablando de la propuesta”, comentó.
En las organizaciones civiles se teme que el TSE tenga un plan para impedir que candidatos de oposición puedan surgir con fuerza en el próximo proceso electoral, toda vez que han iniciado una serie de «notificaciones» contra quienes pueden ser aspirantes con posibilidades y no forman parte de la alianza oficialista.