- Dodgers empatan la Serie Mundial y mañana en el séptimo juego definirán quien es el Campeón de la MLB. Todo servido para un juegazo en Toronto.
El lanzador abridor de los Dodgers, Yoshinobu Yamamoto, cumplió con otra gran apertura: lanzó seis entradas, permitió cinco hits, una carrera y ponchó seis bateadores.
Por los Blue Jays, arrancó Kevin Gausman, quien había estado dominando pero cedió tres carreras en ese tercer inning clave. La ofensiva de los Dodgers se despertó en el tercer inning: Doble de Will Smith para abrir la cuenta.
Base por bola intencional al estrella Shohei Ohtani para cargar las bases. Luego, imparable de Mookie Betts que trajo dos carreras, saliendo de su sequía ofensiva.
Los Blue Jays respondieron en el fondo del tercer inning cuando George Springer conectó un sencillo que produjo su equipo.
Más adelante, en el noveno inning, Toronto se vio con oportunidad de empatar o remontar (con corredores en 2ª y 3ª y sin outs) pero los Dodgers resistieron, y un doble play definitorio puso fin al partido.
Claves que marcaron la diferencia
Cambió de ánimo ofensivo para los Dodgers: Mookie Betts se había visto apagado en la Serie, pero sacó un momento clave en el tercer inning para romper ese letargo.
Yamamoto mantuvo firme al rival en momentos críticos; su apertura estable dio base para que el bullpen se encargara del resto.
Los Blue Jays generaron oportunidades, pero no lograron capitalizarlas: el inning de Toronto en el noveno pudo haber sido el empate, pero la ejecución no fue la adecuada.
El bullpen de los Dodgers, con relevistas jóvenes (mencionados: Justin Wrobleski, Rōki Sasaki) y la aparición en relevo del abridor habitual Tyler Glasnow, respondió en una situación de alta tensión.
Implicaciones y lo que viene
Con esta victoria, los Dodgers empataron la serie 3-3 y forzaron un Juego 7 de vida o muerte. Para los Blue Jays, fue una gran chance perdida de cerrar la serie en casa, lo que añade mayor presión para el decisivo encuentro.
El hecho de que los Dodgers hayan sacado ventaja en un momento tan crucial tiene repercusiones psicológicas: recuperan confianza mientras que Toronto debe recomponerse rápidamente.
De cara al Juego 7, todo está abierto: la gestión de lanzadores, las decisiones estratégicas de los managers y la ejecución en momentos clave serán determinantes.
Análisis
1. Ofensiva: productividad limitada pero oportuna
Los Dodgers no se lucieron ofensivamente en muchas entradas, pero hicieron justo lo necesario en el momento decisivo (tercer inning) para hacer la diferencia.
Los Blue Jays, por su parte, llegaron a embasarse y tuvieron ventajas, pero fallaron en momentos clave: el noveno inning para empatar es un claro ejemplo.
2. Pitcheo: dominio bajo presión
Yamamoto demostró por qué ha sido uno de los lanzadores más sólidos esta postemporada; al contener a los Blue Jays a una sola carrera, permitió que su equipo se mantuviera en el partido.
Gausman también había estado fuerte, pero esa tercera entrada fue su quiebre.
El bullpen de los Dodgers supo sortear la tormenta final, lo que muestra que el equipo tiene profundidad en el pitcheo —una ventaja en series largas.
3. Momentos decisivos: gestión del juego y psicología
El movimiento de intencionalmente pasar a Ohtani para luego castigar con Betts es parte de la ecuación estratégica que inclinó la balanza.
La ejecución del doble play final (Hernández a Rojas) fue clave para evitar el desastre y demuestra que los Dodgers mantuvieron la cabeza fría bajo presión.
Toronto, a pesar de tener opciones para igualar, cedió ante la tensión: ese hecho puede pasar factura en el Juego 7.
