“Nuestra emoción siempre va vinculada a lo que queremos plasmar en un bulto de piedra que, al finalizar, es una pieza escultórica digna de cualquier exposición internacional”, expresa Beverly Rowley, fundadora del colectivo Primeros Cinceles.
Marcela Marroquín Cabrera mmarroquin@cronica.com.gt
El grupo Primeros Cinceles es un colectivo de 40 escultores guatemaltecos y extranjeros residentes en Guatemala, que desde el 2009 tallan en piedra. “Lo hacemos en un ambiente abierto en el que los artistas compartimos experiencias y creatividad. Le proponemos al público una visión tridimensional de nuestros valores”, afirma Ana Lucía Figueroa.
Han sido seis intensos y productivos años desde que comenzaron, ya que el grupo ha presentado exposiciones con grandes aportes significativos a la escultura en Guatemala, tales como “Tetun te´: la piedra que habla”, conmemorando el 13 Baktún en el 2012-2013; y “Cuando el río suena… es porque piedras lleva”, en el 2014, exposición en la que exaltaron dichos y refranes. Recientemente -este año- lograron trascender fuera de las fronteras guatemaltecas, exponiendo sus “Piedras de Fe”, en Roma, Siena y Albenga, en Italia.
“Desde que supimos que la ciudad de Guatemala había sido electa como la Capital Iberoamericana de la Cultura 2015, los escultores del grupo Primeros Cinceles se pusieron manos a la obra para contribuir con los artistas de esta ciudad, por lo que comenzaron a trabajar en obras que dejaran plasmada la riqueza cultural de los pueblos iberoamericanos.
“Qué mejor que utilizar la riqueza de las leyendas que se han transmitido de generación en generación con la riqueza geológica de nuestro suelo. Así como las rocas nos hablan del pasado, del presente y del futuro; asimismo los escultores tenemos hoy leyendas del pasado por contar, y nuestros cinceles las dejan plasmadas en mármol, ónix, esteatitas, serpentinas, anhidritas y alabastros”, cuenta Luz María Ankermann de Jansá.
Picapiedras
“Guatemala ha sido un país de tradición escultórica. Tanto en el lapso precolombino como en las posteriores etapas históricas, abundan ejemplos de trabajos que reflejan los alcances de los momentos a los que pertenecen”, expone Guillermo Monsanto.
El artista guatemalteco describe a la fundadora de este colectivo como una autora autónoma en búsqueda de espacios para exposiciones colectivas y personales. “Se le percibe como una creadora consolidada que, de manera independiente y sin comprometer su alma creativa a las premisas impuestas por su tiempo, consiguió afianzar su propuesta por dos vías. Una, la de su línea personal de expresión; y la otra, la de la docencia a través del colectivo con sus alumnos”, agrega Monsanto.
Vale la pena resaltar el esfuerzo y lo interesante del aporte que una muestra de escultura tallada en piedra puede llegar a representar en pleno siglo XXI. Las distintas figuraciones, desde donde hacen eco los participantes, reflejan un sólido imaginario, así como un conocimiento muy bien fundamentado del hecho creativo.
Las obras de arte son talladas, entre otras, en mármol, ónix, esteatitas y serpentinas.
La leyenda del Jilguerillo ha sido plasmada en una piedra de alabastro.