Luego de escuchar la defensa de la suspendida presidenta Dilma Roussef, el Senado de Brasil debate este martes sobre su destitución definitiva, pero la votación final se llevará a cabo hasta mañana miércoles 31 de agosto, según informó el Supremo Tribunal Federal (STF).
El presidente de ese organismo, Ricardo Lewandoski, dijo que el debate concluirá este mismo martes y la votación ya está programada para mañana, con una expectativa que apunta a que se dará el voto favorable a la destitución por los 54 senadores que se requiere.
Rousseff está sometida al juicio político –proceso de impeachment–, acusada de viollar la Constitución al manipular las cuentas públicas. El pasado martes la mandataria suspendida hizo uso de su derecho de defensa y luego respondió cuestionamientos de los senadores en una jornada que se prologó por 14 horas.
La ex guerrillera que alcanzó la presidencia de Brasil y se convirtió en la primera mujer en gobernar el país más grande de Latinoamerica, fue suspendida del cargo el pasado 12 de mayo. Si todo sale como los pronósticos que ha divulgado la prensa local y es apartada definitivamente, dejará que sea su ex vicepresidente, Michel Tamer, quien concluya el período.
En su defensa, Rousseff dijo ayer que el juicio que se le sigue y una votación en su contra sería un golpe de Estado, y aseguró que son falsas las acusaciones en su contra. Pido que voten contra el impeachment y en favor de la democracia, dijo al dirigirse a los 81 senadores.
Si se confirma su destitución del cargo, se pondrá fin a cuatro períodos de gobierno del poderosos, pero muy desgastado Partido de Trabajadores (PT), que se ha convertido en una referencia regional de la izquierda. Este sería un final inesperadamente trágico para una organización que brotó de poderosos movimientos sindicales bajo el liderazgo del ex presidente Lula da Silva, quien enfrenta serias acusaciones por corrupción.