El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró que el expresidente de Bolivia, Evo Morales, desaprovechó «muchas oportunidades» para concluir su mandato antes de renunciar en medio de manifestaciones.
«Tenía un inmenso legado político en función de haber sido el primer presidente indígena de Bolivia y por toda una construcción social que había trabajado. Y todo ese legado lo tira por la borda», desechando la oportunidad de «irse para la casa con la satisfacción del deber cumplido», dijo Almagro al diario mexicano Excélsior en una entrevista difundida el sábado.
Según el diplomático uruguayo, Morales, «tuvo muchas oportunidades» para dejar la presidencia.
«Ni siquiera tendría que haber hecho ese referéndum», agregó Almagro, aludiendo a la consulta popular de 2016 con la que Morales pretendía modificar la Constitución boliviana para habilitar la reelección indefinida, propuesta que no obtuvo los votos necesarios.
Morales, sin embargo, logró después de parte del Tribunal Constitucional luz verde a una nueva candidatura.
Para el secretario general de la OEA, Morales desperdició además la instancia de la auditoría de su organización que sobrevino a las elecciones del pasado 20 de octubre, «cuando la misión de observación electoral le dice ‘debe haber segunda vuelta'».
Morales «tenía la responsabilidad con el pueblo boliviano de hacer un proceso electoral transparente, claro, limpio justo y no fue capaz de darle eso al pueblo boliviano (…) a partir de ahí se hacía responsable de lo que ocurriera», dijo Almagro al periódico mexicano.
«Es momento [para Morales] de irse tranquilo y pasar su exilio tranquilo y espero que un día pueda volver tranquilamente a Bolivia», dijo Almagro.
Desde su exilio en México, Morales ha dicho que su «lucha sigue».
«Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver (…) Vamos a volver tarde o temprano (…) mejor lo antes posible para pacificar Bolivia», dijo en días recientes Morales.
Tras los comicios presidenciales de octubre miles de bolivianos salieron a las calles a manifestar su descontento por las irregularidades en el proceso electoral, mientras que otros marcharon a favor de Morales.
Hasta el momento suman 23 los muertos en las manifestaciones de Bolivia, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.