Los magistrados llegan, proponen a los mismos candidatos, votan y no hay mayoría, van a receso y se repite la historia y el resultado: el magistrado Nery Medina 8 votos, la magistrada Delia Dávila 4 votos.
Para elegir presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) se necesitan 9 votos y ningún candidato cuenta con ellos.
Con una hora de retraso se inició el pleno de la CSJ –doce magistrados–, y ya sin discusión o argumentación alguna, se procede a las nominaciones y luego se vota. Los grupos están divididos y son evidentes:
Por Medina votan –además de él mismo–: Silvia Valdés, Elizabeth García, Antonio Pineda, Felipe Baquiax, Vitalina Orellana, Sergio Pineda, y Néster Vásquez.
Por Davila, ella y María Morales, Ranulfo Rojas y Silvia García Molina. Dos bandos, uno más numeroso, pero ninguno con los votos necesarios, porque el noveno voto para Medina pudo ser el de Blanca Stalling, la suspendidas magistrada que formaba parte de ese grupo, según ha comentado la presidenta en funciones, la vocal 1, Silvia Valdés.
Aunque no se reconocen así, al grupo mayoritario se le mira como el oficial, aunque la magistra Valdés, presidenta en funciones, ha votado en contra en una ocasión, con el evidente afán de confundir a la prensa y organizaciones que siguen en vivo cada votación.
El pleno ha quedado convocado nuevamente para mañana a las 5:00 PM, cuando se darán seguramente dos rondas de votación, si no hay consensos.