Por tres razones se puede doblar rodillas ante Dios: Dar gracias, pedir por algo importante para la vida… o pedir perdón. Es bueno que Giammattei doble rodillas.
Gonzalo Marroquín Godoy
Con simulacros y demás, ayer se recordó –como todos los años– el terremoto del 4 de febrero de 1976, que dejó un saldo de 25 mil muertos, cientos de miles de damnificados y destrucción por todos lados. Guatemala está herida, pero no de muerte, dijo el entonces presidente Kjell Eugenio Laugerud, y fue cierto. El país se recuperó y los guatemaltecos salimos adelante.
Pero en Guatemala nunca deja de temblar. O tenemos movimientos sísmicos cada cierto tiempo, o nos vemos zangoloteados por los vaivenes de la política, que evitan que nos mantengamos firmes en pie y podamos avanzar como Nación, como sucedió en los llamados Terremotos de Santa Marta (1773), que se prolongaron de julio a diciembre, destruyendo la mayor parte de la capital, Santiago de los Caballeros, hoy la bella Antigua.
Desde hace algún tiempo los temblores políticos vienen destruyendo la institucionalidad de nuestra democracia, que ve así minados sus cimientos.
No sabía si reír o llorar cuando al escuchar que el presidente Alejandro Giammattei –en un acto público–, pedía al ejército defender la democracia. Lo que sí me vino a la mente es que el mandatario y su alianza oficialista –llena de mafias, politiqueros, corruptos y demás– son quienes se han convertido antidemocráticos.
Otra frase del presidente que llama a la meditación, la dijo ante un grupo de líderes evangélicos. Yo doblaré rodillas y le pediré a Dios que me ilumine para que escoja a la mejor persona para fiscal general. Eso es loable, pero lo malo es que esconde la intención de manipular ese nombramiento, como mira desde el inicio de labores de la comisión de postulación.
Como escribí en alguna ocasión anterior, una de las estrategias de la alianza oficialista, es la de entrampar el proceso de postulación y hacer que siga en el cargo la actual fiscal general, Consuelo Porras, pensando en el peligro –lejano, por cierto–, de que la postuladora se inclinara, ¡cómo debe de ser!, por aspirantes que sean idóneos y honestos… por lo tanto, independientes.
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Pero desde el inicio se ve que los procesos de postulación, lejos de ser transparentes, se han vuelto una especie de cloaca, en la que se mueven todos intereses oscuros, en este caso, de la alianza oficialista, que pretende mantener el control del MP a toda costa, para evitar que se debilite su muro de impunidad.
Es una pena que no haya más voces democráticas exigiendo que cese el asalto al sistema de justicia. No nos damos cuenta del peligro que es, el que existan jueces, fiscales y cortes al servicio del poder político. Si queremos ver al extremo que podemos llegar, basta con ver el caso de Nicaragua, en donde el dictador Daniel Ortega dispone los fallos condenatorios que se están produciendo contra los opositores.
Ese es el camino que se construye en Guatemala.
Para ejemplo, basta con exponer la forma exprés en que actuó el MP en estos días. Al conocer que la Universidad Da Vinci (UDV) nombró como decano al abogado David Gaitán, independiente por trayectoria, y que este buscaría impulsar en la comisión de postulación una metodología de transparencia, encontraron un aliado para que actuara de inmediato en su contra.
El miércoles, Ricardo Méndez Ruíz lo hizo. Interpuso una acción en contra de la representación de Gaitán –miércoles por la mañana– y por la tarde, el eficiente MP ya tenía fiscal asignado y número de caso. El tamal se armó prontísimo. Lograron parcialmente su objetivo, salir del abogado y decano de la UDV.
Posiblemente la alianza oficialista hubiera preferido que el proceso empezara a entramparse, pero Gaitán prefirió renunciar para evitar ese extremo, y los dejó con los colochos hechos. Ahora debe proseguir el proceso de postulación.
No hay que olvidar que estamos en Guatemala, un país en donde ni la Constitución se respeta. Ahora quieren imponer una nueva moda: que los cuates sigan en sus puestos, aunque sea de manera ilegal.
Por eso, los magistrados marioneta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) llevan dos años, por eso las autoridades máximas del deporte (CDAG y COG) continúan en sus cargos –también ilegalmente–, sin respetarse los procesos eleccionarios. ¿Será que más adelante quisieran promover el continuismo en la Presidencia de la República?
La democracia se pone en peligro cuando se manipulas las cortes, cuando se cooptan todas las instituciones del Estado y dejan de servirle al pueblo, para que los grupos en el poder se sirvan de ellas.
Ojalá que los antidemocráticos doblen rodillas algún día.