por Julia RIOS
El izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ganaba este lunes las elecciones municipales en Nicaragua con el 73.65% de voto, en un proceso electoral considerado poco transparente por los opositores y en el cual se registró «gigantesca» abstención.
El FSLN conservaba la mayoría de las 17 cabeceras departamentales y gobiernos locales tras el escrutinio del 75,88% de las 13.206 mesas de votación, indicó el segundo informe del Consejo Supremo Electoral (CSE), emitido en la madrugada del lunes indicó.
El derechista Partido Liberal Constitucionalista (PLC), en un lejano segundo lugar, obtuvo un 13,77% de los votos, pero disputaba algunos gobiernos locales con el FSLN.
Las elecciones municipales se celebraron el domingo con normalidad en medio de la apatía de la población, que habría provocado una «gigantesca» abstención que, según la oposición, en algunos municipios era cercana al 80%, aunque el CSE estimó que hubo una participación entre el 52 y 53%.
«Nuestro tendido de auditoría social reportado a nuestro centro de cómputo nos lleva a afirmar que, salvo en algunos municipios, hubo una abstención cercana al 80% en casi todo el país», aseguró el opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD).
El movimiento opositor, que no participó en los comicios, dijo tener información, fotografías y videos que ilustran «la gigantesca abstención de los nicaragüenses en estas votaciones».
El jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Wilfredo Penco, dijo que el proceso fue pacífico y que transcurrió «con absoluta normalidad».
Unos 3,6 millones de nicaragüenses fueron convocados para elegir a alcaldes, vicealcaldes y concejales que gobernarán los 153 municipios en el período 2018-2022.
El presidente Daniel Ortega, tras depositar su voto destacó la tranquilidad del proceso, aunque reconoció que se registraron algunas «reyertas y muertos» durante la campaña electoral, que atribuyó a una cultura de confrontación.
EL FAD promovió la abstención ante lo que calificó como «una farsa» electoral del gobierno con magistrados del CSE para consolidar la hegemonía oficialista.
Pero Ortega defendió como legítimo el derecho de los sandinistas a ser elegidos en los gobiernos locales.
La OEA fue el único observador internacional que ejerció funciones de «acompañamiento», por invitación del gobierno, con 60 miembros que fueron desplegados en toda Nicaragua.
Penco dijo que la misión recibió «denuncias de diverso tipo» que serán evaluadas e incorporadas al informe que emitirá la misión.
En cuanto al nivel de participación, Penco afirmó que la OEA no emitirá juicios en base a «percepciones» y que se pronunciarían sobre la base de «datos científicos».
– ‘Salgan a votar’ –
El presidente del CSE, Roberto Rivas, valoró temprano la afluencia de electores de «considerable».
El funcionario llamó a la ciudadanía a votar y a que no se dejaran llevar «por aquellos enemigos de la democracia que continuamente abren sus parlantes en los medios de comunicación para desanimar a la gente», en alusión a los esfuerzos de opositores contra los comicios.
«El proceso ha sido normal, pacífico, un poco pasivo», dijo a la AFP Emelda Sequeira, un ama de casa del barrio Pedro Joaquín Chamorro de la capital, que acudió a votar dos horas antes del cierre.
El gobernante FSLN es el principal contendor, frente a siete partidos y alianzas de derecha, incluida una agrupación indígena regional del Caribe.
Cientos de sandinistas festejaban el resultado favorable a su partido en la llamada Plaza de la Victoria, al oeste de la capital, donde se instalaron potentes parlantes para animar la fiesta.
El FSLN gobierna 134 de las 153 alcaldías, entre ellas Managua y las principales cabeceras departamentales.
Históricamente la participación en las elecciones municipales es de alrededor del 53% de los inscritos.