La votación de Iowa que inició el lunes la carrera por la Casa Blanca derivó en un fiasco por «irregularidades» y demoras en la publicación de resultados de la primaria demócrata, en la que Bernie Sanders alegó una escasa ventaja según datos no oficiales parciales.
Iowa, un pequeño estado rural donde arranca la temporada electoral en Estados Unidos desde la década de 1970, es visto como un termómetro en el maratónico proceso de meses para determinar quién le disputará la reelección al presidente Donald Trump el 3 de noviembre.
Las cifras publicadas por el equipo de campaña de Sanders cinco horas después de que comenzaran las asambleas electorales en Iowa la noche del lunes, mostraban a Pete Buttigieg en segundo lugar, un mojón para este exalcalde moderado de South Bend, Indiana, desconocido a nivel nacional hace solo un año.
«Iowa, has conmocionado a la nación», dijo el reservista militar homosexual de 38 años animando a sus partidarios en lo que parecía un discurso de victoria. «Porque esta noche, una esperanza improbable se convirtió en una realidad innegable», agregó.
En medio del caos en el terreno, Sanders, que se presenta como un «socialista democrático», se dirigió a sus partidarios antes de publicar los datos, para proclamar que tenía «un buen presentimiento» de que le iría «muy, muy bien» en Iowa».
«Hoy marca el principio del fin para Donald Trump», dijo el senador de 78 años, que en 2016 fue derrotado en Iowa por Hillary Clinton.
Sanders dio luego el audaz paso de publicar resultados internos de casi el 40% de los precintos. Según estas cifras, el senador obtuvo 28.62% de los votos, seguido de Buttigieg (25.71%), la senadora progresista Elizabeth Warren (18.42%) y el exvicepresidente de centro Joe Biden (15.08%).
Más controles
El equipo de Warren rechazó la decisión de Sanders de divulgar cifras. «Cualquier campaña que diga que ganó o que arroje números incompletos está contribuyendo al caos y la desinformación», tuiteó su estratega en jefe Joe Rospars.
Pero a medida que la espera se prolongaba, y cuando en elecciones anteriores a las 23H00 la gran mayoría de los resultados ya se habían informado, otros candidatos también afirmaron haber superado las expectativas.
«Estoy confiado», dijo Biden, quien pronosticó una votación «apretada».
Optimista, la senadora Amy Klobuchar dijo: «Sabemos que hay retrasos, pero sabemos una cosa, ¡estamos por encima de lo esperado!».
Los datos de Sanders muestran a Klobuchar en quinto lugar, con 10,93%.
La embarazosa situación en Iowa se produce cuando funcionarios estadounidenses están bajo presión para demostrar la integridad del sistema de votación del país después de 2016, cuando Rusia fue acusada de interferir en las elecciones presidenciales en un esfuerzo por ayudar a Trump a derrotar a Clinton.
Tras las 1.700 asambleas de electores, el Partido Demócrata de Iowa dijo que se habían ordenado más controles luego de detectarse «inconsistencias» en el reporte de resultados, negando «un hackeo o una intrusión».
La campaña de Biden dirigió una severa carta al presidente del Partido Demócrata de Iowa, Troy Price, quejándose de «defectos considerables».
Los republicanos, incluido Donald Trump Jr, el hijo del presidente, se apresuraron a sugerir incompetencia o juego sucio por parte de los demócratas.
«Colapso» demócrata
«El colapso del Partido Demócrata»: así lo definió en Twitter el director de campaña de Trump, Brad Parscale. Y apuntó: «Ni siquiera pueden dirigir un caucus y quieren dirigir el gobierno. No, gracias».
Como se esperaba, Trump se impuso en los «caucus» republicanos en Iowa, y seguramente será confirmado como candidato en la convención nacional partidaria del 24 al 27 de agosto en Charlotte, Carolina del Norte.
Trump, sometido por los demócratas a un proceso de destitución que se espera que termine con su absolución el miércoles en el Senado, casi seguro que mencionará el caos de Iowa cuando se dirija al Congreso y a la nación durante su discurso anual sobre el Estado de la Unión este martes por la noche.
A diferencia de una votación secreta, los asistentes al «caucus» de Iowa declaran públicamente a quién eligen sumándose a los partidarios del candidato. Los candidatos que logran el 15% de apoyo ganan delegados para la carrera de nominación, mientras que los partidarios de los candidatos que no llegan al porcentaje pueden apoyar a otros.
Al parecer, los retrasos en la divulgación de los resultados oficiales pueden haberse exacerbado por las nuevas reglas instauradas después de las elecciones de 2016, que requieren que los comités informen tres conjuntos de datos numéricos en lugar de uno.
Los «caucus» en Iowa ofrecerán un panorama inicial sobre la viabilidad de los 11 demócratas aún en liza, a pesar de que en ese estado solo están en juego 41 delegados de los 1.991 necesarios para ganar la nominación presidencial partidaria, que culminará del 13 al 16 de julio en la convención del partido en Milwaukee, Wisconsin.