El Festival de cine de San Sebastián dedicó su jornada del viernes a homenajear a Penélope Cruz, otorgando su Premio Donostia a la ‘chica Almodóvar’ por una carrera que la convirtió en la más internacional de las actrices españolas. Asimismo, «La Llorona», del director guatemalteco Jayro Bustamente, cerró el evento.
«He crecido en el cine, he descubierto muchas cosas sobre mí» en los personajes interpretados, afirmó la actriz en una abarrotada sala de prensa donde hizo balance de un recorrido de tres décadas en las que consiguió un Óscar, un Bafta y tres Goya, entre muchos otros galardones.
En la noche del viernes, el Premio Donostia le fue entregado por el cantante de U2, Bono, quien de forma sorpresiva apareció en el escenario de la gala en el Kursaal, el centro de espectáculos de San Sebastián (norte), informó el festival.
La intérprete, que vive cerca de Madrid junto a su pareja, el actor Javier Bardem, y sus dos hijos, afirmó más temprano a periodistas que ha «tenido mucha suerte, los directores, actores y actrices con los que he trabajado, muchos de ellos de han convertido en amigos».
«Pe» rodó con, entre otros, Pedro Almodóvar («Todo sobre mi madre», «Volver», «Dolor y gloria»), Woody Allen («Vicky Cristina Barcelona», «A Roma con amor») y Fernando Trueba («Belle Époque», «La niña de tus ojos»).
Con Almodóvar dijo tener «una unión muy especial, prácticamente desde el día que le conocí. Es algo que cada día crece (…), es alguien casi de mi familia».
La ganadora del Óscar a actriz secundaria por «Vicky Cristina Barcelona» confesó su sorpresa por recibir a sus 45 años el Premio Donostia, que suele otorgarse a íconos del cine de mayor edad.
«Como soy un personaje de Almodóvar, empecé a pensar si no sería que me iba a pasar algo malo», bromeó.
La ‘cubana’ Penélope
En el Festival de San Sebastián, donde el cartel oficial de esta 67ª edición llevaba su rostro, presentó fuera de competencia la película «Wasp network», del francés Olivier Assayas.
Basada en un caso real de una red de espías cubanos en Estados Unidos, la protagonizan Cruz, que exhibe en la película un acento cubano, el venezolano Edgar Ramírez y el mexicano Gael García Bernal.
Dieciséis filmes de diferentes países, entre ellos España, Chile, México y Brasil, compiten por alzarse con la Concha de Oro a mejor película.
En la Sección Oficial, aunque fuera de competencia, se proyectó este viernes «Diecisiete», una comedia dramática sobre dos hermanos que reconectan durante un delirante viaje en caravana con la abuela y un perro, del español Daniel Sánchez Arévalo, para Netflix.
A diferencia de Cannes, que vetó películas de Netflix en su selección porque no se estrenan en las salas de cine francesas, San Sebastián ha acogido desde hace años las producciones de las plataformas online.
«Con la llegada de las plataformas ha pasado algo bonito, y es que se ha puesto el foco en los contadores de historias», expresó en rueda de prensa Sánchez Arévalo, quien hizo votos porque a futuro «pueda convivir» el cine con los nuevos medios.
La justicia sobrenatural
El Festival de San Sebastián, un trampolín para las producciones latinoamericanas hacia Europa, cerró este viernes su sección dedicada a la región, con la presentación, fuera de competencia, de «La Llorona», del guatemalteco Jayro Bustamante.
Mezcla de película de autor y de terror, la cinta es un alegato contra la impunidad en el país centroamericano, al contar la historia de un juicio a un militar inspirado en el exdictador Efraín Ríos Montt.
Ríos Montt fue condenado en 2013 a 80 años de prisión por genocidio durante su régimen de facto, entre 1982 y 1983, pero el veredicto fue anulado poco después por supuestos errores procesales. Murió en 2018, a los 91 años, sin haber pagado por sus crímenes.
En la película, La Llorona («la madre tierra que llora a todos los desaparecidos», según dijo Bustamante a la AFP) cobrará las deudas no saldadas ante la justicia terrenal.
Por el premio a mejor película latinoamericana compiten este año trece producciones, de Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, México, Perú y Uruguay.