La ciudad de Moscú puso en marcha este lunes un sistema de permisos de circulación electrónicos para reforzar el confinamiento en la capital rusa, epicentro de la epidemia de coronavirus, que ha congestionado los servicios sanitarios.
El salvoconducto, que puede solicitarse por internet en la página web de la alcaldía, se debe emplear para los desplazamientos en vehículo o en transporte público, por ejemplo para ir al trabajo, al médico o a la segunda residencia.
Los moscovitas podrán seguir yendo a pie al supermercado o pasear el perro sin necesidad de portar esa credencial. Pero la alcaldía advirtió que, en caso necesario, ampliará el sistema también para los desplazamientos a pie dentro del barrio.
Los funcionarios municipales, militares, jueces, abogados, notarios y periodistas están exentos de usar los permisos para sus desplazamientos profesionales.
El sistema empezó a funcionar el lunes y se espera que el miércoles esté efectivo al 100%.
La medida fue anunciada el viernes en un discurso televisado del alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, que también ordenó la interrupción de la actividad de todas las empresas no esenciales.
Sobianin declaró que la situación se «agravó» la pasada semana pese a las medidas de confinamiento establecidas, que obligaron -según él- al 75% de la población a permanecer en casa. Afirmó que esperaba que las próximas semanas sean «difíciles».
Su adjunta, Anastasia Rakova, anunció de su lado que los servicios médicos moscovitas estaban al borde de la saturación.
En Moscú, una ciudad de 12 millones de habitantes, el confinamiento no se está cumpliendo a rajatabla.
A nivel nacional, el presidente, Vladimir Putin, decretó un mes completo de vacaciones pagadas en abril para los empleados que no puedan ejercer su actividad profesional a causa del confinamiento.
En Rusia se han contabilizado hasta la fecha 15,770 casos oficiales de COVID-19 y 130 fallecidos.