Persona non grata: acusada de haber organizado un sistema de dopaje de Estado, Rusia fue suspendida de los Juegos Olímpicos 2018 de Pyeongchang (9-25 febrero), pero el Comité Olímpico Internacional (COI) ofrece a los deportistas ‘limpios’ del país participar bajo bandera olímpica.
«Se trata de un ataque sin precedentes contra la integridad de los Juegos Olímpicos y del deporte. La comisión ejecutiva del COI tomó estas decisiones proporcionadas debido a la manipulación sistemática, pero protegiendo a los deportistas limpios», declaró el presidente del COI Thomas Bach en conferencia de prensa.
El Comité Olímpico Estadounidense alabó una decisión «fuerte y de principios», mientras que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se felicitó por la puesta en marcha de un «panel para determinar los criterios para la integración de los deportistas rusos bajo bandera olímpica».
Grigory Rodchenkov, exjefe del laboratorio antidopaje de Moscú y denunciante de las prácticas rusas, por lo que está refugiado en Estados Unidos, declaró que con su decisión el COI envía un mensaje «se ha unido a la comunidad mundial al decir que las trampas de Rusia deben ser severamente sancionadas», dijo a través de su abogado Jim Walden.
Bach precisó que el COI tomó la decisión «por consenso», siguiendo, dos años más tarde, la vía establecida por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), que había suspendido a la Federación Rusa el 13 de noviembre de 2015, tras las revelaciones de un dopaje sistemático y que ofreció también la posibilidad de participar bajo bandera olímpica en los Juegos 2016 a los deportistas ‘limpios’.
La decisión de este martes marca la historia del olimpismo: la comisión ejecutiva del COI, reunida en la sede de la instancia, decidió por la primera vez sancionar a todo un país por dopaje y le prohibió participar en su competición de referencia.
Además, la decisión del COI personalizó la culpa, prohibiendo de por vida de los Juegos Olímpicos a Vitali Mutko, viceprimer ministro ruso encargado del Deporte y principal organizador de los Juegos de Sochi 2014, además de presidente del comité de organización de la próxima Copa del Mundo 2018.
– ‘Debate agitado’ –
El jefe del comité organizador surcoreano (Pocog) de los Juegos de Pyeongchang (9-25 de febrero), Lee Hee-Bum, afirmó que habría preferido que los deportistas rusos seleccionados compitan bajo la bandera de su país pero que aceptaba la decisión del COI.
«Creemos que el que los rusos estén al menos autorizados a competir de forma individual es la segunda mejor solución, pero no la mejor», declaró.
«No sabíamos que [la sanción] sería tan alta», declaró Lee en una entrevista con la radio surcoreana, afirmando que se había producido un «agitado debate» entre los miembros del COI antes de la decisión final.
El martes, el presidente del Comité Olímpico ruso, Alexander Jukov, presentó sus «disculpas» ante el COI pero consideró que «castigar a inocentes es injusto e inmoral», según un comunicado del Comité Olímpico ruso.
Respecto a la posibilidad de que los deportistas rusos se presenten de forma individual, Jukov agrego que el 12 de diciembre decidirían si participarán o no bajo la bandera olímpica.
Lee Hee-Bum se comprometió a hacer cuanto estuviera en su mano para instar a las autoridades rusas a «permitir que tantos atletas como sea posible» participen en los Juegos.
Tras el anuncio del COI, la FIFA señaló que la sanción «no tendrá impacto» en la preparación del Mundial «en la medida en la que se continúa trabajando para ofrecer el mejor evento posible»
– Para Putin, la humillación o el boicot –
Cerca de 17 meses después de que en julio de 2016 el informe McLaren estableciera un dopaje de Estado en el deporte ruso entre 2011 y 2015, con la implicación del gobierno y de los servicios secretos (FSB), el COI decidió tomar su responsabilidad y sancionar a la superpotencia deportiva.
Antes de los Juegos de Rio, el COI había renunciado a suspender a Rusia, dejando esta responsabilidad a las federaciones internacionales, que tuvieron que seleccionar a aquellos deportistas que consideraban ‘limpios’, un proceso muy criticado en la época.
Finalmente solo el atletismo fue duramente sancionado. Rusia presentó una delegación de 276 deportistas en Rio, contra los 387 que había previsto en un primer momento.
Pero tras un año y medio de investigación por parte de dos comisiones, presididas por los suizos Denis Oswald y Samuel Schmmid, las pruebas conseguidas son suficientes para que el COI tome esta decisión.
Las conclusiones presentadas este martes en Lausana ante los 14 miembros de la comisión ejecutiva y el presidente Bach son abrumadoras contra Rusia.
Los primeros signos de que se endurecía el tono del COI fueron enviados durante el último mes por la comisión Schmid, que descalificó a 25 deportistas rusos de los Juegos 2014, retirando 11 de las 33 medallas que había ganado el país anfitrión, de ellas 4 oros de un total de 13.
Esta decisión sitúa al presidente ruso Vladimir Putin en una complicada posición, con la difícil papeleta de elegir, a poco más de tres meses de las elecciones presidenciales, entre la humillación o el boicot.
«Un boicot olímpico nunca ha resuelto las cosas», dijo Bach este martes en rueda de prensa.
El 19 de octubre Putin se había adelantado a lo sucedido: obligar a los deportistas rusos a competir bajo bandera neutra constituiría «una humillación para Rusia» estimando que esta decisión «haría daño al movimiento olímpico».
Tras esta decisión histórica, está obligado a decidir: aceptar la propuesta del COI o echar un pulso y boicotear la edición surcoreana de los Juegos de Invierno.
Pero, si Rusia participa en los Juegos, sus deportistas habrán sido particularmente vigilados: De los 7.000 controles antidopaje realizados desde hace varios meses a 4.000 deportistas, «de lejos son los deportistas más controlados», subrayó el jueves Richard Budgett, director médico del COI.