La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, aseguró este martes, tras conocerse las sanciones impuestas por parte de Washington a Moscú por el caso del opositor ruso Alexei Navalni, que responderán «de forma recíproca y no necesariamente de manera simétrica».
Zajárova consideró, a través de un comunicado, que se trata de «otra injerencia abierta en nuestros asuntos internos, algo que no vamos a tolerar».
La portavoz añadió que Estados Unidos ha dado «un paso hostil y antirruso, al anunciar junto con la Unión Europea las nuevas sanciones con las que pretende ‘castigar a Moscú'», ante lo que advirtió que «las aspiraciones de imponerle algo a Rusia mediante la presión de sanciones o alguna otra fracasaron en el pasado y ahora también fracasarán».
Por otra parte, Moscú señaló que «Washington, que ha violado toda una serie de acuerdos y convenios en el ámbito del control de armamentos y la no proliferación, no tiene derecho para sermonear a los demás».
Según Zajárova, la Casa Blanca «otra vez intenta crear la imagen de un enemigo externo», mientras que continúa tensando las relaciones con el Kremlin, «que ya ha llevado al punto del congelamiento total».
Por último, la representante de Exteriores detalló que Rusia «no posee armas químicas desde 2017» y ha urgido a Estados Unidos a cumplir con sus compromisos en cuanto a la destrucción de los arsenales químicos.
También recordó a Washington que «los tiempos han cambiado» y que «los intentos de dictar las realidades geopolíticas modernas son contraproducentes para quienes no pueden rechazarlos»
Sanciones
Estados Unidos ha sancionado este martes a siete funcionarios rusos por el caso del opositor Alexei Navalni, que, tras sufrir un intento de asesinato el pasado verano, se encuentra encarcelado en Rusia pese a la presión de la comunidad internacional para su liberación.
Entre los sancionados se encuentran los viceministros de Defensa de Rusia, Alexey Yuryevich Krivoruchko y Pavel Anatolievich Popov, y el jefe del servicio secreto ruso, Alexander Vasilyevich Bortnikov.
Para las sanciones, la Casa Blanca se amparó en la Ley sobre Armas Químicas y Biológicas, ya que el intento de asesinato de Navalni se produjo mediante un envenenamiento con un agente nervioso del tipo Novichok, cuyo origen data de los tiempos de la Unión Soviética.