Rusia inaugurará el lunes el primero de tres grandes gasoductos cuyo objetivo es asentar su posición de primer exportador de gas natural del mundo y que por primera vez llegará hasta China.
Pekín se ha convertido en un socio estratégico de Moscú para diversificar sus mercados del gas, hoy todavía principalmente europeos a pesar de las tensiones entre Rusia y la Unión Europea (UE).
Rusia no tiene sin embargo la intención de abandonar a sus clientes habituales y tiene previsto también la apertura de dos nuevos gasoductos, uno hacia Alemania y otro hacia Turquía en las próximas semanas,
El gasoducto Power of Siberia (Fuerza de Siberia) conecta a través de más de 2 mil kilómetros de tubos los yacimientos de Siberia oriental con la frontera china.
China tiene que terminar su porción en 2022-2023 para llevar el gas hasta Shanghái.
El lunes en Moscú el viceministro chino de Relaciones Exteriores, Le Yucheng, se felicitó por uno de los «proyectos del siglo» de cooperación entre China y Rusia.
Según el presidente ruso, Vladimir Putin, se trata del «mayor proyecto de construcción del mundo».
Putin y Xi Jinping participarán por videoconferencia en la inauguración de este gasoducto que hace realidad la voluntad rusa de acercarse a Asia, frente a un Occidente considerado como hostil.
La inauguración va acompañada de un inmenso contrato de aprovisionamiento de gas a China estimado en más de 400 mil millones de dólares en los próximos 30 años, firmado en mayo de 2014 entre Gazprom y el gigante chino CNPC.
El año 2014 fue también el de la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea, que provocó una ola de sanciones económicas occidentales y el deterioro de sus relaciones con Europa.
Gas Natural Licuado
China también es un importante socio de Rusia en el Gas Natural Licuado (GNL) a través de dos proyectos del grupo privado ruso Novatek en el Ártico.
El nuevo gasoducto «es uno de los proyectos energéticos más esperados de Asia, con implicaciones importantes para el aprovisionamiento en gas natural a China, la demanda de importación de GNL en la región y la estrategia energética de Moscú en Asia», indican los analistas de S&P Global Platts en una nota.
El coste de Power of Siberia fue estimado por Gazprom en 55.000 millones de dólares, para una capacidad en 2022-2023 de 38.000 millones de m3 al año, es decir el 9,5% del gas consumido en China.
Hasta ahora las ventas de gas a Europa y Turquía representan la mayor parte de los beneficios de Gazprom y son los clientes tradicionales de la compañía, heredera del ministerio soviético del gas.
Para reforzar su mercado europeo, Gazprom cuenta otros dos gasoductos.
El primero es el proyecto germano-ruso Nord Stream 2, que pasa bajo el mar Báltico pero no Ucrania. Este país, adversario de los rusos y aliado de occidente, fue en los últimos años un problema para la estabilidad de las entregas de gas a la UE.
El Nord Stream 2 divide a los estados europeos, y algunos denuncian una dependencia demasiado importante de Moscú.
Alemania logró finalmente imponer su proyecto a pesar de las presiones de Donald Trump. La puesta en servicio permitirá doblar las entregas de gas ruso hacia Europa del Norte hasta 110 mil millones de m3 anuales.
Hacia el sur, a partir de enero, otro gasoducto evitará pasar por Ucrania. Se trata del proyecto ruso-turco TurkStream, que simboliza la buena sintonía entre ambos países pero también las tensiones entre Ankara y sus aliados en la OTAN, tanto estadounidenses como europeos.