La Agencia Rusa Antidopaje, RUSADA, anunció este viernes que envió una carta oficial impugnando la exclusión del país de las competiciones deportivas mundiales por haber falsificado datos antidopaje, unas sanciones «injustas» para el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
«Hemos enviado documentos a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), entre ellos la notificación de nuestro desacuerdo con las sanciones», dijo a la prensa el director general de la RUSADA, Yuri Ganus.
Conforme al proceso, la AMA tendrá que acudir ahora al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), instancia que debe confirmar estas sanciones.
Ganus firmó esta carta luego de una decisión de las instancias dirigentes de la RUSADA, es decir, su consejo de vigilancia y sus fundadores, los comités olímpico y paralímpico rusos.
El propio Ganus está en contra de esta impugnación e indicó que envió a la AMA una segunda carta a su nombre expresando su postura personal.
«Lamento informarles que he fracasado en mis esfuerzos para hacer cambiar de opinión (a los órganos con poder de decisión en la RUSADA) sobre esta notificación», explicó, leyendo su carta a la AMA.
Acusando nuevamente a las autoridades deportivas rusas de no estar a la altura, Ganus señaló también que al impugnar la decisión de la AMA, Rusia asumía «el riesgo serio» de ver las «sanciones reforzadas y no suavizadas».
Desde hace semanas, el director general de la RUSADA considera públicamente culpables a las autoridades rusas en este escándalo, reclamando a Putin una gran limpieza para que se lleve a cabo una lucha sin cuartel contra los tramposos.
La AMA prohibió el pasado 9 de diciembre la participación de Rusia durante cuatro años en los principales eventos internacionales, especialmente en los Juegos Olímpicos de 2020 y 2022 y en el Mundial de fútbol de 2022.
Las sanciones establecen que solo deportistas rusos escogidos podrán participar en competiciones, pero bajo bandera neutra y sin que suene el himno nacional.
Si las sanciones son tan duras es porque la AMA consideró que Rusia había «manipulado» los datos del laboratorio antidopaje de Moscú que le había hecho llegar a principios de año, un enésimo giro en un escándalo que comenzó con la revelación en 2015 de un dopaje institucional practicado desde 2011 y que implicaba a altos funcionarios, agentes secretos y frascos de orina adulterados.
«Histeria antirrusa»
De acuerdo a Ganus, la manipulación de la base de datos en cuestión, que estaba en manos de las fuerzas del orden, buscaba probablemente proteger a grandes nombres del deporte ruso.
El Ministerio de Deportes, por su parte, negó cualquier manipulación, mientras que Putin denunció unas sanciones «injustas», al tiempo que su primer ministro, Dmitri Medvedev, vio en ello la prueba de una «histeria antirrusa».
La semana pasada, el presidente ruso denunció que la decisión de la AMA estaba «motivada políticamente», considerando que «todo castigo debe ser individual» y no colectivo.
En Rusia, el deporte sigue siendo eminentemente político, ya que Putin se apoyó en las grandes competiciones para aumentar el prestigio de su país, organizando los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi (2014) o los Mundiales de atletismo (2013), natación (2015), hockey sobre hielo (2016) y fútbol (2018).
Para los deportistas, la exclusión de Rusia se vive como una nueva catástrofe, después de que su país quedara fuera de varias competiciones desde 2015.
Muchos han criticado una excesiva dureza por parte de la AMA, aunque otros ven al poder ruso como responsable, como la triple campeona del mundo de salto de altura Maria Lasitskene.