«Desleal», «politizada», «guerra»… El gobierno ruso contraatacó este jueves frente a la amenaza de exclusión de los Juegos Olímpicos por por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), debido a su interminable escándalo de dopaje, que sigue sepultando la reputación del país.
La lacra del dopaje destruye desde hace cuatro años los esfuerzos del presidente Vladimir Putin, que había hecho del deporte un factor clave en el prestigio de su país a escala internacional, tanto con la organización de grandes acontecimientos (Juegos Olímpicos de Invierno 2014 y Mundial 2018), como a través de los resultados deportivos.
Esta semana el Comité de Revisión de la Conformidad (CRC) de la AMA recomendó excluir al país durante cuatro años de toda competición internacional por haber manipulado los datos del laboratorio antidopaje de Moscú para camuflar los resultados de los controles antidopaje de los deportistas rusos.
«Combate sin reglas»
La portavoz de la diplomacia rusa Maria Zakharova replicó este jueves con dureza: «Se trata de una politización de esta cuestión. Desde hace años vemos una alianza, un lobby que desea excluir a Rusia del espacio deportivo mundial y del sector mundial de la información. Es un combate sin reglas, quizás ya sea una guerra».
El comité ejecutivo de la AMA debe decidir el 9 de diciembre, en París, si sigue las recomendaciones del CRC, que solicitó la exclusión de Rusia, empezando por los Juegos de Tokio 2020.
Rusia está en el centro de un gigantesco escándalo de dopaje desde que una comisión de la AMA revelara en 2015 que Moscú había establecido desde 2011 un sistema institucional de dopaje, principalmente en los Juegos de Sochi 2014.
Antes de la intervención de Zakharova, el presidente del Comité Olímpico Ruso Stanislav Pozdniakov prometió «hacer todo» para que Rusia esté presente en Tokio-2020.
«Haremos todo lo que está a nuestro alcance por nuestro equipo esté en Tokio bajo los colores de la bandera rusa. Y vemos en ello razones objetivas», declaró el presidente del comité ruso Stanislav Pozdniakov, citado por la agencia Ria Novosti.
«Continuamos la preparación para los Juegos de Tokio», agregó, precisando que el Comité Olímpico Ruso ya gastó 900 millones de rublos (unos 14 millones de dólares) para la preparación de los Juegos 2020 y 2022. La delegación rusa estará compuesta por 670 personas, entre ellos 400 deportistas.
Además calificó de «excesivas e inadecuadas» las recomendaciones del CRC de la AMA,. «Infundadas y parciales, inaceptables desde un punto de vista del derecho y de la lógica», añadió.
Acudir al TAS
El Kremlin señaló el miércoles que está preparado «para cooperar completamente» con la AMA y la comunidad deportiva internacional.
Según el CRC, Rusia habría retirado «centenares» de resultados de controles antidopaje sospechosos de los ficheros enviados a la AMA a principios de año.
La entrega de estos datos era una condición indispensable para revocar las sanciones previas contra la Agencia Antidopaje Rusa (Rusada), en el centro del sistema de dopaje institucional entre 2011 y 2015.
Si la AMA decide aplicar las sanciones recomendadas, las autoridades rusas ya adelantaron que presentarán un recurso ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), la jurisdicción suprema en derecho del deporte.
El presidente de la Rusada, Yuri Ganus, espera que la AMA siga las recomendaciones y suspenda a Rusia. «Es la realidad. Por cuatro años más, caemos en una nueva crisis antidopaje», declaró el martes a la AFP.
Ganus acusó a los responsables deportivos rusos de haber convertido a deportistas nacionales en sus «rehenes» y exhortó al presidente Vladimir Putin a tomar «parte activa» en la puesta en marcha de una nueva directiva deportiva.