La aviación rusa, aliada del gobierno de Damasco, bombardeó puntos del noroeste de Siria, último bastión yihadista y rebelde en el país, por primera vez en tres meses, indicó el miércoles el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
«Los ataques rusos tuvieron por blanco el martes antes de la medianoche y el miércoles al alba» una zona entre las provincias de Hama, Idlib y Lataquia, dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH, explicando que eran los primeros bombardeos «desde que entró en vigor una tregua» en la región el pasado 6 de marzo.
La zona atacada por la aviación rusa está bajo control de los yihadistas de Hayat Tahrir Al Cham (HTS, exrama siria de Al Qaida) así como del grupúsculo Huras Al Din y del Partido Islámico de Turkestán, otras dos facciones yihadistas.
La tregua, negociada por Rusia, aliada del régimen, y Turquía, que apoya a algunos rebeldes, permitió poner fin a la ofensiva del régimen contra la región de Idlib, dominada por HTS y donde viven unos tres millones de personas.
Desde diciembre la ofensiva dejó unos 500 muertos civiles, según el OSDH, y un millón de desplazados, según la ONU. De ellos 120,000 aprovecharon el alto el fuego para volver a sus casas.
El acuerdo entre Rusia y Turquía prevé por otra parte patrullas conjuntas a lo largo de la autopista M4, un eje crucial para Damasco y que cruza la región de Idlib para unir Alepo (norte) con Lataquia (oeste).