Una revancha rodeada de polémica. El británico Anthony Joshua sube al ring para intentar recuperar sus tres cinturones de los pesados ante el nuevo rey Andy Ruiz Jr., que le destronó hace seis meses, el sábado (20H00 GMT) en un combate que se disputará a las puertas de Ryad.
Ruiz, que nació en Estados Unidos pero tiene orígenes mexicanos, protagonizó una de las grandes sorpresas de la historia del boxeo al infligir a Joshua su primera derrota como profesional y arrebatarle las coronas AMB, OMB y FIB en una pelea celebrada en junio en Nueva York.
Si la victoria de Ruiz tuvo como testigo un templo como el Madison Square Garden, la revancha se disputará en Diriyah, pequeña ciudad cercana a Riad y uno de los centros de la nueva diplomacia deportiva que impulsa el reino.
Críticas de Amnistía Internacional
Amnistía Internacional criticó la ubicación de la pelea, aludiendo al historial de vulneración de los derechos humanos en el país del Golfo, con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 en Turquía y el conflicto con Yemen desde 2015.
La disputa de la pelea en un lugar neutral fue una de las peticiones de Andy Ruiz, que no deseaba pelear en Gran Bretaña.
Ruiz, de 30 años, se mostró «contento» de estar en Arabia Saudita. «Me siento realmente bien, como en casa. Todos me han tratado con cariño y estoy disfrutando especialmente de la comida tan buena que tienen en este país», añadió.
Joshua, de 1.98 metros y también de 30 años, señalado como el hombre llamado a dominar los pesados, declaró estar «hambriento, determinado y concentrado» para recuperar lo perdido, en un combate que comenzará a la medianoche local.
«No estoy por el espectáculo, estoy para ganar», dijo el británico, cuyo balance es de 22 victorias, 21 de ellas por nocaut, y solo una derrota, ante Ruiz, que achacó a la «falta de experiencia».
Para intentar la revancha ante el californiano (33 victorias, 1 derrota, 22 nocauts), más pequeño (1,88 metros) pero también más rápido y sobre todo menos musculado, Joshua se ha entrenado con perfiles similares.
Para ganar movilidad el británico ha perdido peso, pasando de los 112 que tenía en junio a 108.
Cambios que no parecen perturbar a Ruiz: «Sé que vendrá con un plan diferente, que está preparado, motivado, que ha perdido peso y que intentará tenderme trampas, pero mi trabajo es simplemente prevenir todo esto. Estoy preparado para todo».
Riad convertida en Las Vegas
A más de 10,000 km de distancia, Ruiz puede presumir de contar con un gran apoyo: «Te deseo lo mejor mañana en Arabia Saudita», tuiteó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
«Representas a una nación, a nuestro querido México, el país de tus padres, de tus abuelos y de tus antepasados», añadió el dirigente, que en junio ya había destacado que el boxeador «es producto del esfuerzo, sacrificio, demuestra lo que vale la perseverancia, la terquedad».
Más allá de lo que ocurra en el ring, el gran vencedor de la velada es Arabia Saudita, determinada en convertir el deporte en su nueva arma diplomática. Para la ocasión construyó en un tiempo récord un pabellón de 15,000 plazas.
Y para atraer a sus protagonistas invirtió más de 100 millones de dólares: 60 para Joshua, 40 para la promotora Matchroom y 9 para Ruiz, para el que este montante había sido fijado como condición en su primer combate.
«Todos los boxeadores quieren pelear aquí. Con todo el respeto que le debo a Las Vegas, este sitio tiene la capacidad de organizar cualquier combate», señaló en The Guardian Eddie Hearn, al frente de Matchroom Boxing.
Además del boxeo, Arabia Saudita acaba de organizar un gran premio de Fórmula Eléctrica y próximamente celebrará una exhibición de tenis (12-14 diciembre), el rally Dakar 2020 (5-17 enero) y la Supercopa de España de fútbol, esta temporada y las dos próximas.