- Presidentes de Estados Unidos y México hablan sobre comercio inmigración y narcotráfico en medio de sonrisas en medio de palabras serias.
- Los cancilleres de Norteamérica firman Declaración de la Alianza Norteamericana para la inclusión y la igualdad Racial
Ayer se reunieron el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el de Estados Unidos, Joe Biden, en el Palacio Nacional de Ciudad México para conversar antes de una cumbre regional que incluirá al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Los dos mandatarios, con trayectorias y carácteres muy distintos además de visiones encontradas desde Ucrania a las relaciones con Cuba, Venezuela o Nicaragua. Y las palabras y frases directas no estuvieron ausentes: “Es el momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe”, propuso López Obrador en el salón donde se reunieron las delegaciones de ambos países, en una critica no velada a la política exterior estadounidense hacia la región.
Biden por su parte expresó: “Tengo confianza en que estamos un verdadero cambio de dirección” en el mundo, e hizo un breve recuento del alcance de la ayuda estadounidense en diversas regiones.
Sin embargo, recordó a su homólogo mexicano que “lamentablemente nuestra responsabilidad no acaba en el hemisferio occidental, cubre también Europa central, Asia, Oriente Medio, África”.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard detalló que los trabajos formales de la X Cumbre de Líderes de América del Norte se desarrollarán este martes, cuyos temas principales son cambio climático, seguridad, competitividad y migración.
Explicó que tanto en la reunión bilateral como en la cumbre se hará énfasis -por parte de México- en la necesidad de iniciar una nueva etapa en la región de Norteamérica que potencialmente pudiera extenderse al resto de las Américas sobre la base de la reciprocidad, respeto mutuo, una visión común hacia la prosperidad y el bienestar de América del Norte y de las Américas.
Los dos presidentes, así como sus respectivas esposas, tuvieron una agenda intensa, previo a la cumbre de Norteamérica que tendrá lugar hoy en lka capital mexicana.
De manera casi paralela, el canciller mexicano Marcelo Ebrard se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, para suscribir la «Declaración de la Alianza Norteamericana para la inclusión y la igualdad Racial», además de ofrecer un mensaje trilateral a medios.
«Este es nuestro proyecto sobre la diversidad, la igualdad y la inclusión en nuestras sociedades. Todas las personas merecen oportunidades iguales sin importar la religión, el género o la orientación sexual», dijo Joly durante su intervención.
Señaló que, como líderes de Canadá, Estados Unidos y México, tienen «una gran responsabilidad para combatir la discriminación y el odio en todas sus formas, hoy nos comprometimos a ello al firmar la declaración».
Blinken dijo que cada una de las tres naciones «reconoce la responsabilidad de trabajar con feroz urgencia en estos temas para derribar estar barreras y acabar con los prejuicios».
Además, recordó que su primer día en el cargo, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva, el avance de la equidad racial y el apoyo a las comunidades desatendidas a través del Gobierno federal.
Dijo que «es importante la voluntad de los tres países en reconocer que todavía hay mucho trabajo por hacer para erradicar la discriminación y la iniquidad en cada uno de nuestros países, lo cual demuestra que estamos pedir lo mismo de nosotros que de otros países».
Biden llegó el domingo por la noche a México después de visitar la ciudad de El Paso, Texas, para observar de primera mano la afluencia de miles de inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera con México.