Los hechos ocurridos en la capital de este país caribeño se desencadenaron por una serie de divisiones que han surgido al interior del Partido de Liberación Dominicana (PLD).
Una serie de hechos violentos han ocurrido durante el último tiempo en República Dominicana. La muerte de tres concejales pertenecientes a los principales partidos, de tres militantes de dichos conglomerados y el asesinato, esta semana, del alcalde de Santo Domingo, Juan de los Santos, tiene a los habitantes de esta nación consternados y preocupados por su futuro democrático.
Según se informó, el clima de violencia en el país caribeño, se da por varias razones. Las más simbólicas, tienen que ver con lucha entre sindicatos del transporte representados en el Poder Municipal, los diferendos en cuanto a permisos de usufructo de tierra por parte de los municipios y el retiro de contratos desde el proveedor a la administración municipal, así como las limitadas elecciones primarias dentro del partido de gobierno que encabeza Danilo Sánchez, del Partido de Liberación Dominicana.
Otras razones han quedado al descubierto, relacionadas con que al interior del Partido de Liberación Dominicana (que lleva 16 de los últimos 20 años en el poder) se han producido una serie de divisiones, lo que ha convertido a esta agrupación política como la protagonista de la mayoría de los sucesos violentos.
Tras estos hechos, la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, a través de su presidenta, Rosa María Payá, «condena todo acto de violencia política y se solidariza con la familia del alcalde, sus amigos y compañeros de partido”. “La lucha contra la impunidad es una de las líneas de acción de la Red, lo que está presente en nuestras acciones y expresiones públicas. Acompañamos a los miembros en República Dominicana en la búsqueda de justicia y a todos los que se esfuerzan por sanear el ejercicio de la política”, agregó Payá.
Por su parte, el dominicano Jatzel Román, coordinador general de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, indicó que “al ver el gran clima de violencia en que está sumida República Dominicana, veo que las venideras elecciones (del 15 de mayo de 2016), traen consigo un peligro para todos los ciudadanos y eso que solo estamos en un periodo de primarias parciales. Aún así se dan este tipo de enfrentamientos”. “Hago un llamado al gobierno dominicano a no escatimar esfuerzos en garantizar la seguridad ciudadana para lo que será este proceso cívico que está cada vez más amenazado”, aseguró Román.
Hasta el momento de su muerte, Santos encabezaba el municipio más importante de esta nación. Según se ha informado de manera preliminar, el político fue abatido por Luis Esmelín Feliz, quien le propinó cuatro disparos, en medio de un conflicto desatado en la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU).
Origen de la violencia
Según explicó Jatzel Román, desde el 2007 se está promoviendo una reforma a la Ley de Armas, para que se pase del porte a únicamente la tenencia de las mismas. La legislación actual surgió en 1965, en un contexto de guerra civil e invasión extranjera, lo que abrió las puertas para que se forjara una sociedad armada y polarizada políticamente. Cabe destacar que Juan de los Santos, desde 2006, era el alcalde de Santo Domingo Este, el municipio con mayor población de República Dominicana. Era además miembro de la directiva del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y muy cercano al presidente, Danilo Medina.
Como antecedente a los violentos hechos, se informó que el Partido de Liberación Dominicana, por acuerdo interno entre los dos sectores en pugna, decidió no celebrar primarias generales (de cara a las elecciones del próximo 15 de mayo) y solo llevó a elección de sus militantes en cinco municipios, con 18 diputados. Aun cuando se considera pequeña la cantidad de cargos disputados, se ha desencadenado una gran violencia entre los competidores y representantes, precisamente desde los sectores del ex presidente Fernández y del actual mandatario, lo que culminó con los homicidios de los tres militantes en tres municipios diferentes.