Reino Unido registró en julio un «miniboom inmobiliario posconfinamiento» con el mayor número de acuerdos de ventas firmados en más de diez años, por un total de 40,000 millones de euros (48,000 millones de dólares), según la web de anuncios Rightmove.
Esto se debe principalmente a un «éxodo» de la capital, que se traduce en una caída de los precios en Londres (-2%) y un aumento en otras partes, con récords en siete regiones, sobre todo Devon o Cornualles, en el suroeste del país, añade Rightmove en un estudio mensual publicado el lunes.
Esta migración se ha visto motivada por el auge del teletrabajo a raíz del confinamiento impuesto para luchar contra la propagación de la pandemia de coronavirus.
Rightmove destaca que los propietarios o potenciales compradores buscan una mejor calidad de vida con más espacio, frente al elevado coste de la vida en Londres.
«Más que una simple recuperación de la demanda tras el cese de las transacciones inmobiliarias durante el confinamiento, hay una mayor demanda puesto que la gente cambia sus prioridades tras la experiencia del confinamiento«, subraya Miles Shipside, uno de los dirigentes de Rightmove.
Con el número de ventas más alto registrado desde que Rightmove inició sus estudios mensuales, señala que este «miniboom» es inesperado en pleno verano, un periodo «donde normalmente nos sumergimos en la piscina más que en el mercado inmobiliario».
Un mercado que además se ha visto impulsado por una moratoria sobre el impuesto inmobiliario para las transacciones sobre las propiedades de menos de 552,000 euros (654,000 dólares), anunciado en julio por el ministro de Finanzas Rishi Sunak dentro de un paquete de medidas para la reactivación económica.