Los rebeldes hutíes chiitas de Yemen amenazaron este lunes con lanzar nuevos ataques contra Arabia Saudita, tras reivindicar los golpes devastadores del sábado contra instalaciones petroleras.
«Tenemos el brazo largo y éste puede alcanzar cualquier lugar en cualquier momento», declaró este portavoz militar, Yahiya Saree, dirigiéndose al «régimen saudita».
Pidió a Riad «revisar sus cálculos y poner fin a su agresión y su bloqueo contra Yemen».
El portavoz, citado por la televisión Al Massirah controlada por los rebeldes, pidió a las compañías y a los ciudadanos extranjeros evitar las instalaciones petroleras sauditas que aún quedan, según él, en «la línea de mira» de los hutíes.
La infraestructura energética saudta ya había estado en la mira desde la intervención del país a la cabeza de una coalición armada contra los rebeldes en el Yemen vecino, especialmente en mayo y agosto.
Pero los ataques del sábado contra la fábrica de Abqaiq y el yacimiento de Jurais, en el este de Arabia Saudita, son de otra envergadura: causaron una caída de la mitad de la producción energética saudí, de 5.7 millones de barriles diarios, o sea alrededor del 6% de la producción mundial.
Los hutíes, apoyados por Irán, reivindicaron los ataques.
Estados Unidos acusa a Irán de haber realizado los ataques, pero Teherán consideró esas acusaciones «insensatas» e «incomprensibles», a través el portavoz del ministerio de Relaciones exteriores, Abas Musavi.