El tenista español Rafa Nadal buscará este viernes el pase a la final del Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, y tener una nueva oportunidad de aumentar a 21 sus títulos en ‘grandes’, aunque enfrente tendrá la dura oposición del italiano Matteo Berrettini.
El balear vuelve a estar cerca de hacerse un hueco más en la historia del tenis mundial. Después de salvar un duro examen en cuartos ante el canadiense Denis Shapovalov, espera que los dos días de descanso de los que ha gozado le den un extra ante un rival que tampoco promete facilidades.
El campeón de 2009 busca su sexta final en Melbourne Park en su semifinal de ‘Grand Slam’ número 36 ante el séptimo cabeza de serie. De sus seis anteriores semifinales en este escenario, sólo perdió la de 2008 ante el escocés Andy Murray, y en total sólo ha caído seis veces más en esta ronda.
Enfrente, de todos modos, tendrá a un tenista que ha ido acumulando experiencia y partidos de nivel en los últimos años. De hecho, Berrettini se ha metido entre los ocho mejores por cuarto ‘grande’ consecutivo y ya tiene en su historial la final del último Wimbledon donde le puso las cosas complicadas a Novak Djokovic.
La principal duda está en si Nadal ha tenido tiempo suficiente para recuperarse plenamente del esfuerzo que le exigió Shapovalov y un golpe de calor que llegó a poner en peligro seriamente su andadura. «Después del partido vimos que había perdido cuatro kilos, la deshidratación fue muy grande. El día extra le va a venir de perlas y confío en que esté recuperado al 100% para las semifinales», recalcó su técnico Carlos Moyà en el programa ‘El Partidazo’ de la cadena COPE.
Hasta ese momento, el número cinco del mundo había rayado a gran nivel ante el canadiense y necesitará tener de nuevo todas sus energías para controlar a Berrettini en un duelo que se volverá a jugar con mucho calor y pasado el mediodía, e incluso con amenaza de lluvia, lo cual podría provocar que se techase la Rod Laver Arena y un cambio de condiciones que le viniesen mejor a su rival, que tiene en su poderoso saque y en una tremenda ‘derecha’, sobre todo la invertida, sus mejores virtudes.
El italiano también habrá agradecido el descanso porque sus piernas también llevan mucha carga. Ante el francés Gael Monfils, en cuartos, rozó las cuatro horas tras desperdiciar dos sets de ventaja, algo que ya le había sucedido en la tercera ronda ante el español Carlos Alcaraz, que le exigió aún más tiempo para batirle en el ‘super tie-break’ del quinto parcial.
El murciano ha sido uno de los españoles que ha eliminado en Australia tras dejar fuera, con solvencia en octavos, también a Pablo Carreño y Berrettini, diez años más joven, aspira ahora a tener sus opciones ante un Nadal al que todavía le falta finura física tras mucho tiempo fuera de las pistas, pero que ya demostró en cuartos su experiencia y su ‘eterna’ capacidad competitiva.
Con el de Manacor sólo se ha visto una vez las caras, también precisamente en unas semifinales, las del Abierto de los Estados Unidos de 2019, con derrota en tres sets por 7-6(6), 6-4, 6-1 en un torneo que acabó ganando el balear.