El presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo chino Xi Jinping inauguraron este lunes un gasoducto «histórico» que unirá por primera vez a los dos países.
La inauguración es un «evento realmente histórico, no solo para el mercado mundial de la energía, pero sobre todo para usted y para mí, para Rusia y China», declaró Putin en una ceremonia televisada en la que aparecían ambos líderes.
El proyecto «llevará la cooperación estratégica ruso-china a un nuevo nivel», añadió.
El gasoducto Power of Siberia («Fuerza de Siberia») une los yacimientos de Siberia oriental con la frontera china a través de más de 2,000 kilómetros de conductos.
Cuando esté finalizada, la red tendrá un total de más de 3,000 kilómetros.
Este gasoducto, el primero en unir los dos países, simboliza la colaboración estratégica de las dos potencias, sobre todo en el dominio energético.
«¡El grifo está abierto! (…) el gas entra» en China, dijo el presidente de Gazprom, Alexei Miller, acompañado de varios empleados en uniforme azul y blanco, los colores del gigante gasístico ruso.
Por el lado chino, los empleados de PetroChina, el socio de Gazprom en el proyecto, aparecieron en la pantalla vestidos de rojo.
China espera terminar su parte del gasoducto en 2022-2023 para llevar el gas hasta Shanghái.
«El desarrollo de las relaciones sino-rusas es y será una prioridad de la política extranjera de cada uno de nuestros países», declaró el presidente Xi Jinping, muy cercano a su «amigo» Putin tras décadas de desconfianzas entres los dos países.
«Se trata de un proyecto histórico (…) constituye un ejemplo de integración profunda y de cooperación mutuamente benéfico entre nuestros países», añadió.
Según Gazprom, cerca de 10,000 personas trabajaron en la construcción del gasoducto.