El presidente de Rusia, Vladimir Putin, instó este jueves a su homólogo estadounidense, Joe Biden, a «mirarse en el espejo» después de que este le llamara «asesino» durante una entrevista en televisión.
Putin, quien le deseó «buena salud» dejando al margen cualquier tipo de ironía, aseveró que las personas «siempre proyectan en otros lo que piensa de sí mismas», según informaciones de la agencia de noticias Sputnik.
«Ha habido eventos difíciles, dramáticos y sangrientos en la historia de los dos países. Pero cuando nos acercamos a otra persona, cuando hablamos de otros estados y otros pueblos, siempre nos estamos mirando en un espejo», matizó antes de insistir en que «siempre nos vemos a nosotros mismos ahí».
Sin ironía
Así, Putin respondió a los controvertidos comentarios realizados por Biden a raíz de un informe de la Inteligencia estadounidense que sostiene que el Gobierno ruso interfirió en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre a favor del ahora expresidente Donald Trump.
«Las declaraciones de mi homólogo estadounidense me atañen personalmente. ¿Qué podría contestarle? Le diría: ¡mantente sano!», indicó. En este sentido, le deseó buena salud y matizó que no está siendo irónico ni gastando una broma.
Sin embargo, expresó que Estados Unidos tendrá que tener en cuenta los intereses de Rusia lo quiera o no. «Estados Unidos y su Gobierno, en general, tienden a buscar cierta relación con nosotros, pero solo en áreas que favorezcan su interés y solo bajo sus condiciones», aseveró.
«Aunque piensan que somos lo mismo, somos gente muy distinta. Tenemos una genética distinta, diferencias culturales y de códigos morales… Tendrán que aceptarlo a pesar de todos los intentos por socavar nuestro desarrollo. A pesar de las sanciones e insultos tendrán que vivir con ello«, dijo.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, acusó a Washington de llevar las relaciones bilaterales a un «callejón sin salida». «No solo eso, sino también han hecho lo mismo con su propia ideología», aseguró.
Además, lamentó la «demonización» de Rusia por parte de Estados Unidos, algo que considera que ha alcanzado «su límite». «Esta es una señal de que ya necesitan cambiar algo dentro de sí mismos, necesitan inventar nuevos pasos y, lo mejor de todo, volver a la realidad», destacó.