Bruselas, Bélgica | AFP |
El destituido presidente catalán, Carles Puigdemont, criticó este lunes al gobierno de España, «un Estado alejado de la práctica democrática», en su primer mensaje tras quedar en libertad condicional en Bélgica.
«En libertad y sin fianza. Nuestro pensamiento está con los compañeros injustamente encarcelados por un Estado alejado de la práctica democrática», escribió Puigdemont en su cuenta en Twitter.
El político catalán y otros cuatro miembros de su gobierno se entregaron a las autoridades belgas el domingo después que la justicia española emitiera una euroorden para arrestarlos a raíz de la declaración de independencia en esta región del noreste de España.
Un juez de instrucción belga decidió otorgar durante la noche la libertad condicional para los cinco a la espera de que la justicia de este reino europeo se pronuncie sobre la ejecución de la orden europea de arresto, en los próximos 15 días.
Mientras tanto, Puigdemont y sus consejeros tienen prohibido salir de Bélgica sin una autorización del juez, deben comunicar su dirección y obedecer a todas las citaciones de la justicia y de la policía, explicó la fiscalía.
En España, ocho de los 14 miembros del gobierno de Puigdemont, que comparecieron ante la justicia en Madrid investigados por «rebelión», «sedición» y «malversación», fueron encarcelados. Otro, que había dimitido oponiéndose a una declaración unilateral, quedó en libertad bajo fianza.
Con la marcha de Puigdemont a Bruselas, la crisis en España se invitó incluso al gobierno belga. El ministro del Interior belga, el nacionalista flamenco Jan Jambon, criticó el domingo la actuaciones del ejecutivo español de Mariano Rajoy -preguntándose si no había ido «demasiado lejos»- y el doble rasero de la UE.
«¿Pero que han hecho mal [los líderes independentistas]? Sólo ejecutaron el mandato que recibieron de los electores», dijo Jambon en la televisión flamenca VTM, agregado que si lo mismo hubiera ocurrido «en Hungría y en Polonia», la UE habría reaccionado de manera «muy diferente».
El ministro de Exteriores, el francófono valón Didier Reynders, criticó las declaraciones de su compañero en el gobierno de coalición, urgiéndolo a «dejar trabajar a la justicia» y dejar de creer «que se podrá influir sobre lo que ocurre en España».
«Hay que dejar a la justicia belga y a la justicia española hacer su trabajo», indicó Reynders, para quien «este es un caso que concierne sobre todo a España».