- Recientemente se le dio otra sacudida al tablero electorero pero algunas piezas quedaron bailando y no cayeron del todo. Lo esencial de este hecho, es que la credibilidad en una de las dos únicas encuestas con algún grado de respaldo técnico, se esfumó. Me refiero a las que realiza Prodatos y Prensa Libre; el otro actor que tiene pendiente publicar el sondeo es CID-Gallup. El resto de “mediciones a la carta” tienen la reputación de un tahúr.
José Alfredo Calderón E.
Historiador y analista político
Las declaraciones oficiales que vendrán después dirán cualquier cosa, pero lo cierto es que los resultados de la encuesta del todavía el diario de mayor circulación (y prácticamente el único) debió salir publicada el lunes 5 de junio como estaba previsto, pero aún la estamos esperando. Empezó a circular el rumor “cuasi oficial” que el foro televisivo programado para el lunes 12 del mismo mes, trastocó la salida de dicha encuesta en el lapso programado. Luego se cancela la actividad del lunes y, ahora sí, no hay comunicador estratégico que pueda resolver este entuerto y mejorar la imagen pública.
En estos casos, los comunicados suelen ser gallo-gallina. La alianza conformada por la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG), la Red, Guatevisión y Prensa Libre, informan que: “La decisión de las instituciones incluidas en esta alianza obedece a la ambigüedad y falta de certeza de la participación mostrada por algunos de los candidatos que provocaron que no exista condiciones para que este ejercicio sea considerado democrático y cumpla con los objetivos expuestos.” (SIC) La falta de puntuación en esta larga oración no es responsabilidad del suscrito.
Como dirían los jóvenes, “la casaca aguanta con todo”. No hay tales de “algunos candidatos” pues la gran ausente en el foro hubiese sido la representante del capital oligárquico y, estando a tan pocos días de la votación, eso habría sido la muerte prematura de quien se mantiene en la tercera posición pero ya a una distancia mayor de los dos punteros (Torres y Mulet). La realidad es que los números finales les salieron políticamente incorrectos y siendo PL y ProDatos, empresas privadas antes que todo, se encontraron en una encrucijada, pues la pauta comercial y las ganancias están por encima de cualquier otra cosa. No conviene pelearse con los representantes del capital que está detrás de la polémica candidata de la extrema derecha.
El estancamiento de la Señora Ríos Sosa era reconocida, así como su tendencia a la baja, aunque no tan pronunciada como se evidenció en los porcentajes resultantes. Alineados los 3 candidatos de los tres sectores del capital de la clase dominante guatemalteca, con diferencias mínimas del 2%, era lo políticamente correcto para que todos (los de la foto, obvio) estuvieran contentos. Mostrar que la hija del dictador caía dramáticamente, era arruinar el cuadro “ideal” de las élites, sabido que del cuarto lugar para abajo, el pelotón no es de persecución sino de adorno para la foto.
Surgen ahora estas interrogantes: ¿PL publicará la encuesta antes del 25 de junio? ¿Será hasta el 23 de junio, como se rumora? ¿Los resultados que se mostrarán, serán los reales o los maquillados? ¿De haber maquillaje, serán retoques o cirugía mayor? ¿Qué credibilidad tendrá lo que publiquen? ¿Si lo hacen hasta el 23 de junio, el problema quedará diluido?
Con la experiencia de sus colegas ¿Qué hará CID-Gallup? ¿Se apresurará a ajustar los datos antes de publicarlos o en su medición el comportamiento fue diferente? ¿Los publicarán en el límite del cierre que está permitido? ¿Preferirá entregar los resultados a sus clientes sin hacerlos públicos? O ¿Simplemente abortarán cualquier acción?
Si la credibilidad del sistema político-electoral estaba agotada aunque no muerta, si las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (incluido el Registro de Ciudadanos) pasan por sus horas más amargas pues ni sus empleados les creen; la situación ya descrita termina por minar la confianza ciudadana, esa pequeña masa crítica que si está atenta a estas y muchas otras cosas. Las mayorías, aunque botan (sic) como siempre, ajenas a la dinámica de las votaciones.
Aunemos a esto, la última gracia del TSE y las juntas electorales del departamento de Guatemala, quienes contarán con sistemas de cómputo para el conteo de votos, totalmente diferentes y no vinculantes. https://www.prensalibre.com/guatemala/politica/elecciones-generales-2023-polemica-por-contratacion-de-sistema-informatico-alterno-que-utilizan-dos-juntas-electorales/?utm_source=boletin-porlamanana&utm_medium=email&utm_campaign=prueba-exploradores
Lo que pase o deje de pasar los domingos 25 de junio y 20 de agosto (2a. vuelta), deviene poco importante para quienes seguiremos ajenos al juego de las élites y tendremos que seguir esforzándonos por el sustento diario, quede quien quede.
Lo urgente ahora, es reflexionar profundamente sobre el día después de las votaciones del 20 de agosto, llamado que, por supuesto, no es para todos, pues las mayorías se seguirán debatiendo en la angustiosa búsqueda de la comida siguiente. Ellos no se pueden dar el lujo de meditar ya que la desnutrición los condenó al actuar mecánico y subalterno; además, las necesidades materiales más básicas consumen sus dinámicas de vida.
Queda entonces esa minúscula masa crítica que tuvo el privilegio del estudio, teniendo las necesidades primarias satisfechas, lo cual, le permite desarrollar, en diferentes grados, el indispensable pensamiento crítico que lleva a la claridad política.
Más que preguntar a dónde vamos, pues ya llegamos al Estado Mafioso, debemos cuestionarnos sobre qué hacer de cara al futuro inmediato. Descartado esperar como corderos otra edición más de los amañados comicios en 2027.
Sin partidos políticos y organizaciones sociales con alguna legitimidad, credibilidad, solidez y/o sostenibilidad, queda empezar de nuevo en pequeños grupos al margen de lo electorero.
Primero, encuentros humanos para reconstruir el tejido social. Reencontrarnos, presencialmente, para hablar de lo que nos preocupa e interesa, lo cual, no necesariamente debe partir de lo político, y menos de lo electoral.
Segundo, entender que el pensamiento crítico adecuado surge de la formación sistémica y del encuentro humano con los otros, que si bien no piensan igual, comparten similares problemas y anhelos.
Tercero, comprender que la formación debe ser continua y que: “lo mejor es enemigo de lo bueno”, por lo que debe descartarse la manida tendencia a construir agendas interminables y etéreas. Más de 4 temas (exageradamente 5), conduce al fracaso de cualquier embrión de crecimiento.
Cuarto, no hablar de la desprestigiada palabra “unidad” sino de articulación. Los pequeños círculos de encuentro, discusión y estudio que planteo, podrán articular después con otros y crecer. Cuando se cuente con una organización unitaria y amplia más o menos fuerte, el tema electoral puede surgir, no antes, pues de lo contrario, nuevamente nos atrapará la inmediatez y precariedad de lo electorero.
¿Le anima esta propuesta o es de los que, cual corderos, esperará otra ilusión más en 2027?
#YoNoParticipoDeLaFarsa
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