José Alfredo Calderón
Historiador, observador social y analista político
Hoy se cumple la primera quincena del gobierno del eterno candidato que –por fin– alcanzó su sueño anhelado. Un nuevo vehículo –VAMOS– pero un viejo proyecto militar que lo aprovechó.[1] Se habló hasta de 74 militares detrás del presidente recién electo y lo que empezó como una broma política (Jimmyttei) empezó a tomar forma por varios indicadores previos a la toma de posesión.
El martes catorce de enero, un encendido discurso lleno de emotividad, generalidades y puntos clave que todos querían oír[2], le permitieron un buen arranque, el cual, supo potenciar con su buen manejo de la oratoria. Tomó distancia – formal por supuesto– desde un inicio, achacando las cuatro horas de atraso protocolario al gobierno saliente. Pocos sospecharían un contubernio para dar tiempo a la toma de posesión, en el PARLACEN, del inepto y cínico binomio presidencial saliente. Solo mentes oficiosas y perniciosas ubicadas en el espectro político izquierdoso podrían pensar algo así.
El equipo de comunicación de Giammattei ha hecho un trabajo más que aceptable. El presidente electo aparece hasta en la sopa, brindando una imagen de trabajo, voluntariedad y acción desde el arranque. Al parecer, esos cotizados asesores de primer nivel que lo acompañan desde la campaña[3], han influido mucho para esa imagen de “hombre Rubios”[4] y quizá por eso se enojó tanto el mandatario con Marvin Del Cid, el periodista que sacó a luz la nota en Prensa Libre, pues resulta difícil creer que el perfil que presentan los susodichos asesores, no le haya costado una fortuna a los dadivosos empresarios que, sin más interés que los derroteros patrios, le brindaron ese servicio a Giammattei. Ni pensar que esto pudiera relacionarse con financiamiento electoral ilícito o no reportado, porque está vista la lucha que se viene haciendo para desaparecer esa figura de la tipología delictiva, ya que las élites hacen negocios y apoyan lo bueno; la cooptación es obra de gente mañosa, dicen orondos quienes si saben de estos avatares. Por cierto que, siempre en el tema de comunicación, la presencia de Carlos Sandoval, ex vocero de Álvaro Arzú Irigoyen como Secretario de Comunicación Social del nuevo gobierno, seguro sea de esas felices coincidencias en el mundillo político.
Por más esfuerzos que se hacen, los periodistas no entienden la personalidad sensible del gobernante actual y le provocan más enojos, como el más reciente en contra de Sonny Figueroa, quien con sus preguntas sobre las facturas de pan de la SAAS le generó incomodidad.
Otras medidas de impacto, aunque sea mediático y de corto plazo, ha sido la actitud firme del nuevo Canciller para cancelar la relación laboral de al menos 36 personajes nombrados durante el fenecido gobierno de Jimmy, y más concretamente, por la robusta y díscola señora que estuvo a cargo de la Cancillería. Aunque según lo visto últimamente, resulta que ya no son tantos los destituidos sino solo 12, pues tampoco hay que exagerar casos como los de Acisclo, que desde diciembre 2019 andaba de intensa jornada familiar en Guatemala. Ya lo dijo el experimentado complotista y asesor del lado oscuro “…uno puede trabajar en cualquier parte y además tengo permiso desde el 2011 para hacerlo”. En realidad, uno es el despistado al no conocer este tipo de abigarrados y exóticos mecanismos diplomáticos.
Al empezar con tanta energía, las condiciones para ensayar un par de estados de excepción están dadas, primero en San Juan Sacatepéquez y Mixco, posteriormente en Villa Nueva. Los resultados no tienen por qué ser espectaculares, ya que el solo hecho de ver los uniformes verde olivo en las calles, emociona a la gente, según dicen analistas expertos que nadie conoce. Hablan de un saldo de 31 capturas en el ex territorio de Edwin Escobar y ahora de Javier Gramajo. Hablan también de saldos mucho mayores en estados “democráticos” (o sea sin estado de excepción), pero quién es uno para criticar, máxime cuando la gente se llena de esperanza y emoción.
Otras acciones vanguardistas son las denuncias de corrupción encontradas en ministerios y secretarías, las cuales se empiezan a dosificar, no vaya a ser que la “institucionalidad” se destartale al querer componer las cosas de un solo. Además, está la Comisión Nacional contra la Corrupción, la cual es manejada por el propio presidente, sin mandato efectivo, sin el Ministerio Público, sin la Contraloría General de Cuentas, sin sociedad civil, ni agentes internacionales independientes, pero bueno, perfecto solo Dios, por algo se empieza. Por cierto, eso de crear comisiones vaya si entretiene, la más reciente tiene que ver con el Acuerdo 31-2020 que crea el Centro de Gobierno, el cual realizará un control de las instituciones del Organismo Ejecutivo. Tampoco se van a disparar en el pie, pues muchos de los que estaban, siguen y seguirán. Llegaron otros, como el flamante diputado que tomó posesión en el Congreso para irse ipso facto, raudo y veloz al MICIVI. Pero ¡ni modo! si no se pagan las facturas de campaña, luego no dejarán a Giammattei regar todas las bendiciones previstas.
Los problemas estructurales deben ser abordados, pero tampoco es de soplar y hacer botellas. Todos llegan con un plan de mentiritas que solo sirve para la campaña y para ganar, por supuesto, todos deberíamos conocer esto y no ser injustos y ansiosos pidiendo lo imposible. Si ya sé ¡los ofrecimientos! Pero esto ya es parte del folklore político nacional y nadie debería pecar de baboso a estas alturas. La caótica y grave situación del país viene de centurias, décadas y acusa una complejidad profunda, así que por el momento la gente debe colaborar. Después de Jimmy, cualquier cosa es buena. Que la gente no joda, sobre todo los revoltosos, los que nunca están satisfechos con nada; esos resentidos que todo lo denuncian y que pretenden que todo cambie radicalmente. Bien harían en irse a Cuba o Venezuela. Dejen trabajar al nuevo presidente, pues los buenos somos más.
Ahora bien, en cuanto al viejo proyecto militar y la alianza criminal renovada, todo marcha viento en popa. Cercado el PDH y cohibidos los tres magistrados de la Corte de Constitucionalidad que hacen la diferencia, la etapa estratégica inicial está cumplida. La institucionalidad porosa del Estado descansa en viejos y confiables guardianes del statu quo. Congreso, Corte Suprema y Legislativo alineados. MP, SAT, Contraloría, USAC, ANAM y otros, en sintonía y cooperando. Próximamente, la guinda en el pastel: la elección de nuevos magistrados de la CSJ y del TSE.
Bonita salió la primera quincena, la gente contenta (la mayoría pues) y el viejo proyecto militar caminando ¡Dios bendiga a Guatemala!
[1] El talante del gabinete de seguridad anunciado el 24-10-2019 en San Salvador, es prácticamente toda la plantilla de los cuestionados personajes de la guerra sucia.
[2] Marketing político le llaman.
[3] https://www.prensalibre.com/guatemala/politica/estos-son-los-estrategas-del-presidente-alejandro-giammattei/
[4] Se recuerdan de la campaña publicitaria de esa marca de cigarrillos, donde el protagonista era un MacGyver tropicalizado que hacía toda clase de proezas?