El Talón de Aquiles sigue siendo esa predisposición a esperar a que otros tomen la iniciativa y surjan liderazgos. Continúa muy acentuada esa visión caudillista que sigue expectante a que aparezca una especie de mesías, que los conduzca hacia la tierra prometida. Por eso se insistió durante el taller, que la iniciativa de cambio debe venir desde abajo, desde la base, pues obviamente los de arriba, no están interesados en perder sus privilegios y promover cambios estructurales».
José Alfredo Calderón E. (Historiador y analista político)
El martes 23 recién pasado fui invitado por la Diócesis de Jutiapa, concretamente por el obispo Antonio Calderón y el padre Víctor Manuel Ruano, para desarrollar un taller que se titulamos: «Repensar el marco de la realidad nacional» diseñado parael Proyecto Pastoral Misionero 2020-2030.
Inicialmente, la actividad se pensó para unos 25 sacerdotes y terminó siendo un evento masivo (300 personas) al incluir laicos de los 17 municipios del departamento de Jutiapa y las 18 parroquias correspondientes. Siendo un día laboral, las expectativas no presagiaban tanta asistencia; sin embargo, el interés por aprender se puso de manifiesto, de una manera muy satisfactoria.
El evento planteó un reto metodológico fuerte por la heterogeneidad formativa de los participantes, debiendo hacer un esfuerzo especial que permitiera una andragogia mediada para no caer en academicismos que dificultaran la comprensión.
El hilo histórico-estructural del taller partió desde la época de las Cortes de Cádiz en 1812, pasando por la invasión napoleónica y el movimiento de Rafael Riego en España, para explicar los eventos mundiales que incidieron en los movimientos independentistas en el continente americano. Se invitó al colectivo a revisar los sucesos que desembocaron en la falsedad de una independencia, como quedó plasmada en el documento que le da soporte a la aseveración: el Plan Pacífico de Independencia del Clan Aycinena.
Seguidamente, el periplo histórico por los inicios de la vida independiente, la anexión a México, el Régimen Conservador, los gobiernos del dictador Rafael Carrera que sumaron 30 años, pasando por la fundación de la República de Guatemala el 21 de marzo de 1847. Se habló también de los falsos liberales que tomaron por asalto el poder público en 1871 para fundar el Estado Nacional; es decir, en palabras del historiador Severo Martínez Peláez, la irrupción oficial de la Patria del Criollo, el sueño acariciado por ellos desde la independencia, pero que se concreta hasta la llegada de Justo Rufino Barrios y Miguel García Granados.
El viaje discursivo abordo las tres dictaduras cafetaleras, (1871-1885, 1898-1920 y 1931-1944) explicando cómo la grana o cochinilla y el añil, fueron desplazados como principal producto de exportación, para dar paso al aromático simbólico de los gobiernos impuestos desde 1871 (el café), para aterrizar en la Revolución de Octubre y la intervención mercenaria de Estados Unidos de Norte América en 1954.
El necesario abordaje de la guerra interna 1960-1996 hizo paradas técnicas en los sucesivos gobiernos militares de 1954 a 1985, llegando a la llamada Apertura Democrática de 1984 (Asamblea Nacional Constituyente) y el retorno de los civiles por medio de elecciones en 1985. Se tocó el tema del primer fraude electoral post revolución en 1957 y cómo, la primera normativa para elecciones prohibió el financiamiento público e internacional de los partidos políticos, para dejar el monopolio del patrocinio electoral en manos empresariales. No en balde el comisionado de la CICIG, Iván Velásquez planteó, con toda razón, que el pecado original de la política en Guatemala es el financiamiento electoral ilícito.
A lo largo de las ocho horas consecutivas que duró el taller, repasamos los gobiernos de Vinicio Cerezo, Jorge Serrano, Ramiro De León Carpio, Álvaro Arzú, Alfonso Portillo, Óscar Berger, Álvaro Colom, Otto Pérez (el regreso oficial de los militares al poder), los nefastos últimos dos gobiernos de extrema derecha (Jimmy y Giammattei) hasta llegar al actual presidente, el llamado de la Primavera Democratica.
Como se pueden imaginar, condensar tanto en tan poco tiempo, y de forma asequible, requirió de un esfuerzo especial que fue plenamente recompensado por la atencion y participacion de los asistentes. El calor, la duración y la masividad no fueron obstáculo alguno. La apertura a repensar la historia y asumir posiciones críticas de cara a la coyuntura nacional, demostró la valentía y compromiso por parte de religiosos y laicos involucrados con la misión pastoral de la Iglesia Católica en Jutiapa.
Interesantes hallazgos que se repiten en mis experiencias formativas en los departamentos y municipios se concentran en:
- Lo bien que se recibe a personas que, como yo, llevan un mensaje inusualmente provocador que se aleja de las aburridas peroratas de más de lo mismo, las cuales ya ven, escuchan y leen en los medios tradicionales.
- Flexibilidad para conocer otras visiones y cuestionar lo aprendido desde la experiencia de la escuela, el hogar y la calle.
- Avidez por procesar la abundante información que no se conoce, no se procesa adecuadamentre o no se ha aprendido en su integralidad.
- Reconocimiento del engaño del que hemos sido víctimas, por parte de los operadores políticos de las élites depredadoras, desde la propia «independencia».
- Disposición a «hacer algo» para cambiar las cosas y no seguir viviendo en una falsa democracia, que la han reducido a votaciones cada cuatro años, en comicios amañados anticipadamente.
El Talón de Aquiles sigue siendo esa predisposición a esperar a que otros tomen la iniciativa y surjan liderazgos. Continúa muy acentuada esa visión caudillista que sigue expectante a que aparezca una especie de mesías, que los conduzca hacia la tierra prometida. Por eso se insistió durante el taller, que la iniciativa de cambio debe venir desde abajo, desde la base, pues obviamente los de arriba, no están interesados en perder sus privilegios y promover cambios estructurales.
Apostar por liderazgos colectivos que quizá no se conocen ahora, pero que en los procesos formativos se evidencian y desde los cuales se puede iniciar un movimiento de personas de bien, sin más compromiso que sus propias vidas y la de sus hermanos en comunidad. He ahí la clave de la liberación material y espiritual que tanto necesitamos.
La Guatemala de adentro no está dormida, solo hiberna en espera de procesos formativos SISTÉMICOS que le permita conocer, cuestionar, reflexionar, aprender y poner en práctica una nueva forma de ver la realidad, una que sea crítica y profunda, la que promueve cambios estructurales sostenibles y ya no gatopardistas.
José Alfredo Calderón E.
Historiador y analista político
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