Con gritos de «Salven la Amazonía» y «Bolsonaro tiene que irse», cientos de personas se manifestaron el viernes ante la embajada de Brasil en Londres, iniciando una serie de protestas en países europeos a favor de los pulmones «en llamas» del planeta.
«Paren la destrucción ahora» y «Salven nuestro planeta», podía leerse en las pancartas de la concentración en Londres, organizada por Extinction Rebellion (XR), el movimiento de desobediencia civil creado a finales de 2018 para luchar contra la inacción ante el cambio climático.
«Hemos visto las imágenes horribles (de la selva en llamas) y queremos hacer algo en solidaridad con la gente de Brasil. También tenemos hijos y nos gustaría que crecieran en un mundo que tiene sus pulmones», dijo a la AFP Luisa Steward, profesora de inglés de 36 años.
Multitud de niños pequeños dieron un carácter festivo a la manifestación dibujando arcoiris con tizas en el suelo y fabricando coronas con tallos y hojas entre el estruendo de pitos y tambores.
«Estoy muy preocupada por el cambio climático pero especialmente por el impacto de la agricultura ganadera», afirmaba Lucy Brown, de 41 años, mientras sus dos hijos, de 2 y 4 años, correteaban a su alrededor.
El organismo brasileño de observaciones espaciales INPE registró 75,336 focos de incendio entre enero y el 21 de agosto, un 84% más que en el mismo periodo de 2018. Y ese número había aumentado en 2,493 el jueves.
La multiplicación de los fuegos se da en un marco de avance rápido de la deforestación en la región amazónica, que los ecologistas atribuyen a los cultivos destinados a alimentar al ganado.
«¿De verdad prefieren las hamburguesas al oxígeno?», decía la pancarta de una manifestante que, junto a cientos de personas alejadas de la entrada de la embajada por vallas policiales, gritaban: «¡Hey, hey, ho, ho, Bolsonaro tiene que irse!».
Ataques a Bolsonaro
Los incendios en la Amazonía cobraron repercusión internacional el jueves y algunos líderes mundiales criticaron la actitud del presidente ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro.
«Es el Donald Trump brasileño, solo le interesa el beneficio, el dinero», lanzó Graham Cox, de 57, reparador de electrodomésticos que se unió a XR porque en 35 años de activismo medioambiental «he firmado todas las peticiones y nunca cambió nada».
Los manifestantes cortaron el tráfico frente a la embajada, provocando un gran atasco en el centro de Londres ante la mirada paciente de la policía.
«Es muy frustrante ver que las cosas transcurren como siempre en Londres como si no pasara nada» en la Amazonía, lamentaba decía Elliot, diseñador independiente de 25 años, aunque «es increíble ver toda la gente que vino hoy».
Protestas similares estaban previstas en Madrid, Lisboa y Berlín el viernes y en otras ciudades europeas en los próximos días.
En Dublín, un centenar de miembros de XR ocupó el vestíbulo del edificio donde se encuentra la embajada brasileña, a la que no llegaron a entrar, con pancartas que decían «¡Salven la Amazonía! No al Mercosur» y «Nuestros pulmones están en llamas».
Horas antes, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, había amenazado con votar contra el acuerdo comercial alcanzado tras 20 años de negociación entre la Unión Europea y el Mercosur si Brasil no respeta sus «compromisos medioambientales».
«No es fuego, es capitalismo», denunciaron los cientos de personas reunidas frente al consulado de Brasil en Barcelona, que calificaron a Bolsonaro de «asesino» y «fascista», entre cánticos de «Bella Ciao», el viejo himno antifascita italiano que disfruta de una renovada popularidad gracias a la serie española «La casa de papel».
«Son incendios provocados con el beneplácito del gobierno brasileño», dijo a la AFP Aitor Urruticoechea, portavoz de Fridays For Future Barcelona.
«No es el único incendio masivo que se está produciendo este verano en el planeta. Tenemos incendios en el Ártico, en la Siberia rusa, en la selva del Congo. Estamos perdiendo los pulmones del planeta y parece que no importe», agregó.
Un centenar de manifestantes se congregaron ante el consulado de Brasil en Ginebra con pancartas de «Bolso + Trump = criminales» y en Amsterdam cientos de miembros de la rama holandesa de Fridays for Future protestaron simulando estar muertos en el suelo de la céntrica plaza del Dam.