Los productos avícolas representan más del 65 por ciento de la proteína animal que adquiere el guatemalteco, estamos hablando de un consumo per cápita anual de 174 huevos, equivalentes a 23 libras, y de 38 libras de carne de pollo; su industria es líder en Centroamérica y ocupa un lugar importante en la nutrición del país.
La avicultura nacional representa un 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y alrededor del 8 por ciento del PIB agropecuario, el éxito se debe a mecanismos innovadores para ofrecer de diversas formas de esta variedad alimenticia al consumidor.
La producción de pollo durante el año 2015 fue de 160,779.000 pollos faenados para consumo, que representan más de 600 millones de libras, según estimaciones de la Asociación Nacional de Avicultores (ANAVI).
ANAVI fue fundada en 1973 y actualmente aglutina a más de 200 granjas que se dedican a la producción de huevos, carne de pollo y de pavo, entre empresas asociadas y cooperativas.
Pollo y huevos
En Guatemala existen más de 600 granjas que pertenecen a unas 200 empresas en distintos lugares del territorio nacional, según registros del Programa de Sanidad Avícola del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA).
Por ejemplo, en el renglón de producción de huevo existen unas 500 granjas, con aproximadamente más de 10 millones de gallinas ponedoras y una producción diaria de 21 mil cajas, que contienen cada una 360 huevos y con una producción anual que supera los 2 millones 787,600 unidades.
Según ANAVI, los departamentos con mayor densidad avícola son: Guatemala, Chimaltenango, Sacatepéquez y Santa Rosa, en la obtención de huevo de mesa, mientras que Escuintla, Suchitepéquez y Retalhuleu, en la producción de pollo de engorde.
Esta industria se dedica a la cría de gallinas reproductoras y producción de huevo fértil, incubadoras, producción de carne de pollo, subproductos de esta especie, huevo de mesa, huevo líquido y abonos orgánicos.
Primer lugar en Centroamérica
La producción avícola es la industria más grande de la región, aunque a nivel del Istmo destacan que también han avanzado en el tema en las últimas dos décadas, debido a la modernización de sus equipos, técnicas de cría y alimentación.
Agregan que sus asociados se han preocupado por el medio ambiente, por lo que una importante proporción de granjas tienen programas específicos de compostaje o de biodigestores para el aprovechamiento de los desechos sólidos (materias fecales y otros desechos), que son convertidos en abono orgánico de la mejor calidad.
¿Huevo líquido?
Se trata de un producto con futuro, pues mediante un proceso de pasteurización se le da una mayor vida útil y se asegura su inocuidad, por lo que es más utilizable por razones sanitarias, en la elaboración de otros alimentos como la mayonesa, o bien en panadería o repostería, por su fácil manejo en los bufés y su sencillo transporte. En el país ya se está produciendo y se exporta a algunos lugares de la región.