El príncipe Enrique y su esposa Meghan renunciarán a su título de alteza real y dejarán de recibir dinero de las arcas públicas tras su decisión de abandonar sus responsabilidades monárquicas, informó el Palacio de Buckingham el sábado.
«Los duques de Sussex dejarán de utilizar su título de alteza real ya que interrumpirán sus tareas como miembros de la Familia Real», indicó el comunicado, que precisó que la pareja está de acuerdo en pagar ciertos gastos recientes.
El anuncio se produjo tras una semana de intensas negociaciones en privado entre los principales miembros de la Familia Real y el príncipe Enrique, mientras que Meghan aguarda en Canadá, donde regresó casi inmediatamente después de que ella y su esposo anunciaran su histórica decisión, el 8 de enero.
«Tras varios meses de conversaciones y de negociaciones más recientes, me complace anunciar que juntos hemos hallado una solución constructiva y que brinda apoyo a mi nieto y su familia» explicó en otro comunicado la propia reina Isabel II.
«Reconozco los trances que han tenido pasar como resultado del intenso escrutinio en los últimos dos años, y apoyo su deseo de llevar a cabo una vida más independiente», añadió.
Enrique y Meghan han sido objeto de intenso escrutinio desde que se formalizó su noviazgo y boda, al punto que el príncipe se querelló con varios medios de comunicación por supuesta intrusión en su vida privada.
«Como parte del acuerdo, ambos aceptaron que deben abandonar sus responsabilidades monárquicas, incluidos nombramientos militares. Igualmente dejarán de percibir fondos públicos para sus responsabilidades» como miembros de la Familia Real, indicó el texto del palacio de Buckingham.
Ambos renuncian por lo tanto al monograma HRH, que en inglés significa Su Alteza Real.
Enrique y Meghan devolverán además 2,4 millones de libras esterlinas (3,1 millones de dólares) de fondos públicos que sirvieron para renovar su hogar, Frogmore Cottage, cerca del castillo de Windsor.
«Sussex Royals»
El Palacio indicó igualmente que no hará comentarios sobre quién pagará la factura del dispositivo de seguridad de Enrique, Meghan y su hijo Archie en Canadá, un tema que ha despertado polémica.
Enrique y Meghan quieren registrar la marca «Sussex Royals» para sus proyectos futuros, un tema que tampoco sale mencionado en los comunicados oficiales.
Ambos defienden causas ecologistas y quieren desarrollar su fundación caritativa mediante nuevos proyectos.
El anuncio de Enrique y Meghan, pocos días después de las fiestas navideñas, tomó por sorpresa a toda la Familia Real.
La reina inmediatamente se puso manos a la obra para atajar la crisis, tras las desventuras del clan en 2019, y dio instrucciones para que en cuestión de «días» se redefiniera el papel de Enrique y Meghan en la monarquía británica.
Enrique, con 35 años, es el sexto en orden de sucesión al trono. Tras una adolescencia turbulenta, el príncipe pareció sentar cabeza con Meghan, una actriz estadounidense, hija de padres divorciados y con un pasado familiar frágil.
Pero el príncipe reconoció recientemente, junto a su hermano mayor Guillermo, que las circunstancia de la muerte de su madre Diana, en 1998 en París, en un accidente de tráfico mientras era perseguida por «paparazzis», dejó una huella indeleble en su vida.
«Perdí a mi madre y ahora veo como mi mujer se convierte en víctima de las mismas fuerzas poderosas», explicó Enrique en una entrevista el año pasado.