El fiscal Deltan Dallagnol, coordinador de la operación Lava Jato, anunció el martes que deja su cargo por problemas de salud de su hija, en momentos en que la continuidad de la mayor investigación anticorrupción de la historia de Brasil está amenazada.
«Sí, es verdad que estoy de salida de la coordinación de Lava Jato. Es una decisión difícil, pero lo correcto es obrar por mi familia», escribió en twitter el fiscal de 40 años, que lleva seis al frente de la operación con sede en Curitiba (sur).
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En un mensaje de video, Dallagnol explicó que su hija, de 1 año y diez meses, presenta desde hace semanas «señales de regresión en su desarrollo» y que su tratamiento «va a exigir una dedicación nuestra muy intensa como padres, y eso no puede esperar».
El anuncio se da en momentos en que la operación, que desde 2014 llevó ante la justicia a decenas de empresarios y políticos implicados en una red de sobornos para obtener contratos en Petrobras, tiene su continuidad en el aire.
Qué pasará
El fiscal general Augusto Aras tiene hasta el próximo 10 de septiembre para decidir si prorroga por un año más la labor de la «grupo de trabajo» de Curitiba, como piden los fiscales.
«Si apoyas a Lava Jato, sigue apoyándola. La operación va a seguir haciendo su trabajo, pero decisiones que están siendo tomadas y serán tomadas en Brasilia afectarán su trabajo», advirtió el fiscal evangélico, una de las dos figuras más emblemáticas de la operación junto al exjuez Sergio Moro.
- Considerados héroes por una parte de la sociedad
- Dallagnol y Moro, que fue también ministro de Justicia del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro
- son cuestionados por su labor, que llevó a la cárcel a decenas de empresarios y políticos de casi todo el arco político
- en un país donde los poderosos raramente acababan tras las rejas
Su juicio con más repercusión fue el que llevó a la cárcel al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
Pero sus detractores afirman que la cruzada anticorrupción debilitó la garantía de presunción de inocencia, destruyó el sistema político, favoreció la victoria de Bolsonaro y arruinó a empresas que garantizaban miles de empleos, en plena recesión económica.
Los cuestionamientos se acrecentaron cuando el portal The Intercept Brasil publicó en junio de 2019 mensajes pirateados que levantan la sospecha de que la Fuerza Tarea de Curitiba y Moro obraron coordinadamente para perjudicar a Lula e impedir que la izquierda volviese al poder en las elecciones que acabó ganando Bolsonaro en 2018.
Dallagnol tiene pendientes dos procesos en su contra en el Consejo Nacional del Ministerio Público.
Una de las derivaciones de Lava Jato, relacionadas con la constructora Odebrecht, se extendió al extranjero y provocó terremotos políticos en Perú y otros países de América Latina.
Dallagnol será reemplazado por el fiscal Alessandro Oliveira, colaborador desde hace años de Lava Jato.