Según recogen los medios locales, Gunnlaugsson aseguró a la televisión islandesa que no ha considerado dejar el cargo y apostó por agotar la legislatura para que los electores muestren su apoyo hacia él en los próximos comicios, previstos para la primavera de 2017.
Los «papeles de Panamá», difundidos por diversos medios y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés), muestran que Gunnlaugsson y su esposa, Sigurlaug Pálsdóttir, eran dueños de una sociedad de Islas Vírgenes Británicas llamada Wintris, que tenía casi 4 millones de dólares en bonos en los tres principales bancos islandeses, que se hundieron en la crisis de 2008.
Miles de manifestantes se congregaron hoy en las cercanías del parlamento islandés en Reikiavik para pedir la dimisión de Gunnlaugsson, informa la página web del diario Iceland Monitor, que también indica que más de 10,000 personas podrían haber asistido a la protesta. Con información y fotografía de: El Nuevo Día