El FC Barcelona recibe este miércoles al Dinamo de Kiev en el Camp Nou (18.45 horas) en una tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones que se presenta como una final anticipada e inesperada en la que los blaugranas, todavía sin puntuar, se juegan su futuro en la competición.
Ganar o ganar, no hay otra opción para un Barça cuyo entrenador, Ronald Koeman, es el primer en tirar del carro de la opinión de que, sin victoria, la ‘Champions’ se pinta negra y no blaugrana. El Barça, ante el equipo que debía ser ‘cenicienta’ y que tiene un punto más, se la juega a dos cartas y, en el Camp Nou, se juega la clave.
Ni un empate vale para seguir soñando sin que aparezca la utopía en el horizonte. Ganar hará que el Barça, que viene de ganar al Valencia y recibe al Real Madrid este fin de semana, sea tercero y deje la cola del grupo y pueda pensar, con más optimismo, en seguir remontando en Kiev.
En el Camp Nou, de nuevo con permiso para llenar sus gradas, el Barça sabe que deberá lidiar con la presión de saberse contra las cuerdas. Un gol en contra hará subir esa olla, ese runrún, y el Dinamo ya sabe lo que es marcar en el feudo blaugrana; lo hizo el año pasado pese a la derrota (2-1).
Marcó su gran estrella, el internacional ucraniano Viktor Tsygankov, un extremo derecho con magia que, como gran parte del bloque de la campaña anterior, sigue en Kiev a las órdenes de Mircea Lucescu, un veterano que las ha visto de todos los colores en Barcelona en su pasado con el Shakhtar y ahora con el Dinamo.
Para Koeman, este Dinamo es mejor que el anterior. Es una evolución. Pero quien está creciendo, parece, y debe hacerlo aún más y más rápido es un Barça que va recuperando piezas, como un Kun Agüero que jugó los últimos minutos del triunfo por 3-1 ante el Valencia. A falta de Pedri y Dembélé, ya con Ansu Fati, el Barça quiere subir de nivel.
Sin duda, el regreso triunfal de Ansu Fati con el ’10’ a la espalda sigue dando esperanzas a un culer al que le cuesta volver a la fe blaugrana. Como muestra, no llenar el Camp Nou pese a que ya se puede completar el aforo. Pero, con Ansu Fati y esas ganas de recuperar terreno perdido, el Barça sabe que ganar al Dinamo ayudaría a esa reconciliación.
Pese a que todavía no han recibido el alta ni Dembélé ni Pedri, que siguen de baja como Martin Braithwaite y Ronald Araujo, y con el sancionado Eric Garcia, el Barça tiene, en palabras de Koeman, argumentos para luchar por competir en esta ‘Champions’ y reconducir las derrotas iniciales ante Bayern de Múnich (0-3) y Benfica (3-0).
Más allá de buscar la necesaria victoria y de estrenar el casillero de puntos, también busca el primer gol el Barça. Con Ansu Fati, con un Memphis Depay que empezó bien la temporada y en Europa quiere dejarse ver, y con la experiencia caza-goles de Agüero, este ‘pero’ debe tacharse ya de la lista ante un campeón ucraniano que quiere pescar en Barcelona.