El presidente francés, Emmanuel Macron, elogió el martes el rol que ha jugado la cultura en la relación entre Francia y China, durante la inauguración del Centro Pompidou de Shanghái, la primera extensión fuera de Europa del museo parisino.
«No es más que una etapa […] ¡Viva la amistad entre China y Francia!», declaró el jefe del Estado francés durante un discurso en este nuevo espacio dedicado al arte moderno y contemporáneo.
Obra del arquitecto británico David Chipperfield, el «Centro Pompidou West Bund Museum Project» cuenta con casi 25,000 m2 de exposición y lugar de encuentro a orillas del Huangpu, el río que atraviesa la inmensa metrópolis de 24 millones de habitantes.
Macron visitó durante casi una hora la primera exposición del museo, «The shape of time» («La forma del tiempo»), que presenta obras europeas (Kandinsky, Picasso, Soulages…) y asiáticas.
El presidente iba acompañado por su esposa, Brigitte Macron, responsables culturales y artistas franceses, y chinos, incluido el pintor Yan Pei-Ming, tras un almuerzo con algunos de ellos.
«Creemos en la fuerza del intercambio […] Este museo debe ser un lugar de encuentros», resumió Serge Lasvignes, el presidente del Centro Pompidou, que se despliega por tercera vez fuera de Francia, tras instalarse en Málaga (España) y Bruselas.
Elogiando la apertura de China, Macron celebró los numerosos proyectos culturales realizados por instituciones francesas en este país, en especial el Palacio de Versalles, los museos Picasso o Rodin, la orquesta de Radio France, que «reinventan la relación» entre los dos países.
En la delegación presidencial de esta visita de Estado, que culmina el miércoles en Pekín, se encuentra igualmente el actor Guillaume Canet, que dirigirá la próxima película de las aventuras de Astérix: «Astérix et Obélix, l’empire du Milieu» (Astérix y Obélix, el imperio del Medio).
Canet indicó que espera poder grabar algunas escenas en el país, en especial cerca de la famosa Gran Muralla China.