El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el lunes que dejará de acudir a concentraciones, de besar y abrazar a las personas y que se hará la prueba del coronavirus solo cuando lo indiquen las autoridades de salud de su país.
Durante una conferencia de prensa, López Obrador dijo que será su subsecretario de Prevención y Promoción de Salud quien le indique si es «conveniente» o no que se reúna «con mucha gente» o que dé abrazos.
López Obrador publicó el fin de semana en su cuenta de Twitter videos en los que aparece en una gira por poblaciones rurales del estado de Guerrero (sur), abrazándose con las personas que se amontonaban a su alrededor, incluido uno en el que carga y besa a una niña pequeña.
A raíz de esas imágenes, el lunes la prensa preguntó con insistencia al mandatario si estaría dispuesto a restringir sus giras al interior del país, donde suele estar rodeado de cientos de personas, y a hacerse un examen médico de coronavirus.
«Para que no se preocupen mucho, yo voy a actuar de manera muy responsable (…) Si hace falta, y en su momento, y así lo recomiendan los médicos, me hago la prueba», dijo el mandatario.
El presidente añadió que esas decisiones serán de los técnicos de la salud.
«Porque si se deja en manos de políticos y de politiqueros, que es lo peor, entonces se altera todo», dijo López Obrador, quien considera que las críticas provienen de sus adversarios.
En medio de la crisis por la pandemia del coronavirus, que en México ha infectado a 53 personas, el presidente ha seguido con sus actividades normales.
Las autoridades de salud, por su parte, anunciaron el sábado una fase denominada de «sana distancia social», que implica una serie de medidas como la suspensión de clases a partir del sábado y hasta el 20 de abril.
También recomendaron que trabajadores de actividades no esenciales, tanto del sector público como privado, puedan desarrollar sus tareas desde casa y la cancelación de eventos masivos de más de 5.000 personas.
López Obrador pidió durante la rueda de prensa al subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell, informar sobre cuándo podría dejar de acudir a concentraciones.
«Él me va a decir: ‘no es conveniente que se reúna con mucha gente, no saludos, ni abrazos ni nada», dijo López Obrador mientras pasaba el brazo por encima de los hombros del subsecretario.
«La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio», respondió López-Gatell, que aclaró que México se encuentra aún en fase uno de contención del virus.
Pero «va a haber un momento en donde pudiera ser necesario que concentraciones masivas de menor tamaño pudieran cancelarse», indicó.