El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, denunció este miércoles en la ONU una «campaña de desprestigio» en su contra por su lucha contra el crimen organizado, en un momento en que aparece señalado en un caso por narcotráfico en Estados Unidos.
«Hoy denuncio que por esta lucha que hemos iniciado y seguimos enfrentando contra el crimen organizado soy objeto de atentados y ahora una campaña de desprestigio liderada por narcotraficantes, mareros, corruptos, depurados, asesinos confesos e inclusive políticos», dijo Hernández.
Hernández, elegido en 2013 y reelegido en 2017, fue señalado de presuntamente recibir 1.5 millones de dólares de narcotraficantes para financiar su primera campaña electoral, en una conspiración en la que habría participado su hermano Antonio «Tony» Hernández, y su antecesor, el expresidente Porfirio Lobo (2010-14).
Los señalamientos aparecen en documentos judiciales estadounidenses desclasificados el 3 de agosto, en un caso contra «Tony» Hernández, exdiputado y preso en Estados Unidos desde noviembre pasado como «narcotraficante a gran escala».
«Es una estructura internacional de carácter político que no repara en relacionarse con el mundo criminal y promueve el odio, infundiendo miedo de comunicadores sociales, llevándolos a la autocensura», dijo Hérnandez.
El presidente hondureño afirma que estas acusaciones fueron levantadas por «cabecillas del narcotráfico» molestos por haber sido perseguidos y extraditados a Estados Unidos.
En la tribuna, también denunció «una guerra de cuarta generación» de desestabilización con «intereses oscuros» que «provienen también de Venezuela, liderados por el régimen de Nicolás Maduro».
Hernández añadió que en su país Maduro cuenta con «un socio» y señaló a Manuel Zelaya, el expresidente hondureño (2006-2009), la principal figura de la oposición que fue depuesto por un golpe de Estado.